Hermosillo, Sonora.- Buscadoras por la Paz inició a visitar centros para la rehabilitación de adicciones con el objetivo de ofrecer pláticas sobre su labor y concientizar sobre el problema de las desapariciones y su relación con las drogas.
Cecilia Delgado, líder del colectivo de búsqueda de personas desaparecidas y rastreo de fosas clandestinas en Sonora, expuso que visitarán diversos centros por lo menos una vez al mes. El primero de ellos fue uno ubicado en la colonia El Ranchito.
“Estas visitas forman parte de una nueva estrategia para evitar las desapariciones y también forma parte de las acciones de búsqueda en vida”, explicó Delgado, “estamos conscientes, como madres de familia, de que la mayor parte de las desapariciones tienen que ver con adicciones, por ello nos dimos a la tarea de tratar de concientizar a través de pláticas con personas que han tenido o tienen problemas de adicción con cualquier tipo de droga”.
Y agregó: “Sabemos que son personas enfermas y consideramos que, otra vez, por nuestra experiencia de ver lo que están viviendo sus madres, principalmente, y sus familias, podamos incidir en su conciencia para poder ayudarlos y evitar que una familia más sufra lo que muchas de nosotras estamos viviendo día a día”.
Cecilia sostuvo que, en muchas ocasiones, las madres son culpadas por las acciones de sus hijos, pero recordó la importancia de la unión familiar para evitar estas situaciones.
“Creemos que nadie es dueño de nuestros actos y todos tienen libre albedrío de decidir qué tipo de vida quieren, aunque también es importante hacer ver que, como familias, madres, padres y hermanos estamos para ayudarnos”, dijo la Buscadora, “ese hijo tiene derecho a una segunda oportunidad y a que lo ayuden a levantarse, por eso, nosotras, desde Buscadoras por la Paz, estamos para ayudar a que menos familias sufran lo que nosotras estamos viviendo”.
Sin embargo, la inseguridad y la violencia en Sonora van en aumento, afirmó, y no todas las desapariciones tienen que ver con una adicción directa de una persona.
“No creo que no sepan, ahorita todo mundo tiene un teléfono y ve lo que está pasando diariamente, ahorita no se trata de si ‘andan en malos pasos’, ahorita están agarrando parejo, se están yendo muchos muchachos jóvenes, que nos toca sacarlos [de fosas clandestinas] y es algo muy doloroso ver cómo la gente no tiene sentimientos, al ver la manera en cómo los encontramos, es un dolor inimaginable”.
Delgado narró que su experiencia personal al contar su historia de vida frente a este grupo de personas que están trabajando en dejar una adicción, fue conmovedora y fuerte, pues le trajo recuerdos de su hijo Jesús Ramón, a quien encontró en una fosa clandestina el 25 de noviembre de 2020, tras dos años de buscarlo.
“La verdad, me trajo muchos recuerdos de mi hijo, pero el director me dijo algo después de la plática: ‘créeme que les va a servir y mucho, yo nunca los había visto así, tan sensibles, emocionados’; la verdad, eso me conmovió mucho y me dio mucho gusto de estar ahí”.