HOUSTON (AP) — Agentes de la Patrulla Fronteriza tienen detenidos a unos 65 menores inmigrantes en una estación del sur de Texas en condiciones que no controlan la diseminación del coronavirus, con distanciamiento social limitado y falta de acceso a jabón y desinfectante de manos, denunciaron abogados de inmigración el viernes.
Un abogado que visitó la estación en Weslaco, Texas, el miércoles habló con adolescentes que habían estado detenidos allí al menos tres días, dijo Carlos Holguin, cofundador del organismo activista Center for Human Rights and Constitutional Law.
Uno de los adolescentes, de 15 años, dijo en una declaración jurada que se le permite tomar una ducha diaria de 5 minutos para la que tiene que esperar en una fila sin espacio para distanciamiento social, dijo Holguin. El joven dijo que se le dio una sola mascarilla y esa es la que usa todos los días.
Un niño de 13 años indicó en otra declaración jurada que está usando la mascarilla de tela que tenía cuando entró a Estados Unidos, agregó Holguin. Ambos menores señalaron que no tienen desinfectante de manos ni jabón para lavárselas.
“Si no llegan con COVID, las condiciones en estas instalaciones son tales que, cuando salen, muy probablemente han estado expuestos al COVID”, dijo el abogado.
El inmigrante de menor edad en la estación es una niña de 3 años acompañada por su madre, dijo Holguin. Hay además niños de 8 y 9 años.
El informe es la acusación más reciente de que niños inmigrantes están siendo maltratados por el gobierno del presidente Donald Trump, que separó a miles de familias en el 2017 y el 2018, deteniendo a muchas de ellas en un almacén adaptado en el sur de Texas. Otra estación de la Patrulla Fronteriza en Clint, en la misma entidad, fue usada el año pasado para detener a más de 250 niños y adolescentes sin comida, agua ni saneamiento, y surgieron reportes de niños que tenían que cuidarse entre sí.
Las estaciones de la Patrulla Fronteriza no están diseñadas para detener a menores, a diferencia de instalaciones operadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos. La estación en Weslaco es donde Carlos Hernández Vásquez, de 16 años, murió de influenza tras haber sido dejado durante horas dentro de una celda sin recibir atención. Hernández es uno de seis niños desde 2018 que han muerto poco después de ser aprehendidos por agentes fronterizos.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza indicó en una declaración que había designado Weslaco como la localidad regional para detener a los menores que cruzan la frontera sin sus padres.
“Se requieren servicios y comodidades específicos para esas poblaciones vulnerables, y la instalación designada específicamente contiene los suministros y el personal para satisfacer esa necesidad”, dijo la agencia. “La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos se adhiere a las directrices de los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) sobre distanciamiento social e higiene personal”.
La agencia no respondió a preguntas sobre si los menores tenían jabón, desinfectante de mano o mascarillas nuevas.
Durante la pandemia, el gobierno de Trump ha expulsado del país a miles de niños migrantes sin darles la oportunidad de solicitar protección bajo las leyes de asilo u otras, argumentando riesgos para la salud pública. Alegó que las expulsiones eran necesarias para controlar la propagación del covid-19. The Associated Press ha reportado que el vicepresidente Mike Pence le ordenó a los CDC que usasen su poder de emergencia luego que algunos en la agencia se resistieron.
Este año, el gobierno estaba deteniendo a niños y familias migrantes en hoteles durante días y semanas antes de expulsarlos del país. En septiembre, un juez federal prohibió el uso de hoteles como sitios de detención a largo plazo.
Tras la orden, las autoridades fronterizas comenzaron a referir a más niños a las instalaciones del Departamento de Salud mientras aún intentaban efectuar expulsiones. Esta semana, otro juez federal le prohibió al gobierno expulsar a menores no acompañados por sus padres, aunque el fallo no es aplicable a los menores que cruzan la frontera desde México con sus papás.
Holguin forma parte de un equipo de abogados que monitorea el tratamiento de niños inmigrantes detenidos bajo un arreglo en las cortes conocido como el acuerdo Flores. Dijo que la CBP se había negado a decirle a su equipo por cuánto tiempo los menores habían estado detenidos en Weslaco y si alguno llevaba más de tres días, el límite establecido por el acuerdo.
“Nuestra preocupación es que, como no se les permite usar hoteles como lo hacían previamente, entonces ellos van a detener a los niños en estaciones de la Patrulla Fronteriza como la de Weslaco”, dijo.
Con información de AP.