¿Cuántas veces en la vida hemos buscando algo donde no se nos perdió o encontramos lo que no buscamos y solo nos distrae, nos entretiene y nos tardamos mas en llegar a donde queremos llegar?
Pero, ¿sabemos que queremos?, ¿sabemos a donde vamos? ¿sabemos lo que buscamos?
De alguna manera a veces lo que estamos haciendo es posible que no esté funcionando al 100%, pero desde el humanismo se considera que hay una necesidad, una inquietud por mejorar.
Es necesario reconocer primeramente que estamos en un viaje, que sin saber, sabemos a donde vamos, pero pocas veces confiamos en nosotros mismos, pocas veces nos escuchamos.
Sin duda las situaciones externas siempre estarán, unas vendrán y otras se irán, la humanidad continuará también, unos llegando y otros partiendo; pero cada día ocuparemos realizar acciones que nos ayuden a avanzar.
Es aquí donde es necesario preguntarnos si lo que hacemos lo estamos haciendo por “obligación”, porque “debes”, porque “tienes”, o lo estas realizando con mente abierta, con gusto, con pasión.
Como sea, es muy fácil darnos cuenta, nuestro sentir, nuestro comportamiento, lo que expresamos es un gran indicador de que tanto estamos disfrutando lo que hacemos y más aún que tanto nos conocemos, no en vano Sócrates dijo “Conócete a ti mismo” y sigue vigente.
Por eso es muy importante darnos cuenta de nuestros motivos en la vida, para junto con ellos llevar nuestra vida a buen puerto. Si no sabemos a donde vamos, podemos estar dirigiéndonos hacia una alcantarilla que esta destapada y si no cambiamos nuestro rumbo, sin duda caeremos en ella y quien sabe cuanto tiempo nos lleve salir de ahí.
Por lo que hay que tener conciencia plena de nuestra motivación en la vida, ya que es el motor que nos mueve ha llegar hasta donde queremos llegar.
Pero también es necesario, muy necesario tener claridad de nuestras intenciones y que estas sean para un bien superior, con amor y por amor a la vida, agradeciendo el poder Ser y poder Estar ahora, libre, tomando decisiones, empoderado, moviéndonos intensamente con nuestros motivos, viviendo nuestra vida.
Dicen que en la vida hay dos tipos de personas: “los que viven la vida y los que la vida los vive”. ¿De cual tipo eres tú? o mejor nos preguntamos, ¿de cuál queremos ser?.