Hermosillo, Sonora.- Las vecinas de San Isidro y Valle Dorado, en Hermosillo, han invertido más que su tiempo en el parque Ángel Arreola: han colaborado con su dedicación, ingenio, amor por el entorno y con su voluntad por mantener embellecido un sitio en el que convergen ambas colonias.
Martha Silvia, Nelly, Bertha Alicia, María Dolores y Ana Teresa caminan por el verde lugar rodeado de plantas, flores, adornos, macetas colgando de troncos de árboles y demás adornos que hacen de este lugar un sitio pintoresco.
Hablan orgullosas de todos los logros que han alcanzado, al lado de otros vecinos, en cinco años de trabajo; presumen sus obras recicladas, sus llantas coloreadas y cada una de las cosas que dan al lugar una sensación de calidez y armonía.
“Todo lo que tenemos en este sector es por el voluntariado de vecinos. Ya son dos años en la mesa directiva -que comparten ambas colonias- pero en el parque ya hemos trabajado cinco años.
“Invitamos a todos los vecinos para que participen pero también a los que vienen de otras colonias, porque es muy visitado, les gusta por lo limpio, la tranquilidad y la seguridad que hay en el lugar”, comentaron.
De esquina a esquina, el parque está cubierto por matorrales, lazo de amor, bugambilias, palmeras, petunias, algodón y por otras especies nativas de Sonora que son cuidadas y regadas todos los días para garantizar que sobrevivan.
Quien camina por el lugar puede observar a Martha o Bertha regando, a Nelly, María Dolores y Ana barriendo, a veces desde las cinco o seis de la mañana. Otros días se les puede observar conviviendo, regalando chocolate caliente o alguna otra bebida a quien cruce alrededor del parque.
Nelly Maldonado es la presidenta del Comité Vecinal. Su entusiasmo e iniciativa han sido claves para que el parque Ángel Arreola luzca tal y como se encuentra el día de hoy; ha impulsado acciones a favor del medio ambiente y de todos los que viven alrededor de este pequeño pulmón verde.
“A nosotros nos motiva que es el lugar más cercano que tenemos a nuestras casas para reírnos, para tener amistades de cualquier persona que pase, demostrarles cariño, no que nos tengan miedo.
Al contrario, así es como hemos logrado reunir más gente a nuestra comunidad de personas que vienen a visitarnos porque ven que somos como familia. A la gente hay que hablarle con amor y respeto”, dijo Nelly.
Siempre buscando algo más que aportar, las vecinas están a punto de arrancar con el primer compostero; este permitirá desechar la materia orgánica en un solo sitio que al mismo tiempo servirá como abono a tantas plantas y árboles que han sembrado.
Uno de sus principales objetivos, comentaron, es que este tipo de acciones se repliquen en otras colonias. Que quienes los visitan tengan la inquietud de organizarse y comenzar a rescatar sus propios espacios para contar con más sitios verdes y llenos de vida en Hermosillo.