LA PAZ, Bolivia (AP) — El expresidente Evo Morales anunció su retorno a Bolivia entre el 9 y 11 de noviembre un día después de que la justicia de su país anulara una orden de aprehensión en su contra, decisión que ha sido criticada por el gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez, la oposición y analistas.
“Vuelvo el 11 de noviembre”, dijo inicialmente el exmandatario a sus seguidores por teléfono desde Buenos Aires. Sin embargo, a la televisora C5N mencionó que tiene previsto ingresar por la frontera entre Bolivia y Argentina el 9 de noviembre.
“Se están debatiendo bastante las fechas pero quiero agradecer al hermano compañero presidente de (Argentina) Alberto (Fernández), que me propuso llevarme hasta a Bolivia. Posiblemente el ingreso sea el día 9 y el 11 llegar a Chimoré”, expresó Morales en referencia a la localidad de cocaleros afines.
A días de la asunción del exminsitro de Economía, Luis Arce, del partido de Morales, la Asamblea Legislativa anunció que invitó a Morales y a Fernández.
La víspera la orden de arresto contra Morales quedó sin efecto “porque no se citó debidamente al expresidente”, dijo el magistrado Jorge Quino, titular del Tribunal de Justicia de La Paz, donde está radicada la demanda por sedición y terrorismo interpuesta por el Ministerio de Gobierno.
“Esto es para allanar el retorno de Morales, este es el primer paso… mientras los azules (MAS) ya están iniciando su cacería de brujas con los que piensan diferente con ayuda de la justicia”, dijo por la mañana, Gonzalo Barrientos, diputado crítico al partido de Morales.
En tanto, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró que los jueces y fiscales “se han puesto de rodillas” ante el MAS y que las señales que ha dado “la justicia los últimos días son realmente vergonzosas”. Además pidió al presidente electo, Luis Arce, que dé señales y “demuestre quien va a gobernar”.
Mientras que una comisión de la Asamblea Legislativa dominada por el Movimiento Al Socialismo (MAS) -el partido de Morales- acelera la aprobación de dos juicios contra el gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez.
A su vez, la justicia había anulado antes otra orden de aprehensión contra el exministro de Justicia, Héctor Arce Zaconeta, por el supuesto fraude electoral en los comicios de octubre de 2019.
El exministro se encuentra actualmente refugiado en la embajada de México en La Paz junto con otras seis exautoridades del gobierno de Morales tras el estallido social después de las elecciones que dejó 36 fallecidos y obligó a Morales a renunciar a la presidencia después de casi 14 años de gobierno.
Morales tiene al menos ocho procesos ante la justicia boliviana. Entre ellos la demanda por un audio en el que supuestamente se le oye instruyendo a sus seguidores a “cercar ciudades” para impedir el ingreso de alimentos durante las protestas de hace un año.
Barrientos también criticó que en los últimos días de su mandato la Asamblea intente enjuiciar a Áñez por un decreto en el que liberó de culpa a las fuerzas del orden durante los conflictos, que luego la gobernante dejó sin efecto, y por los fallecidos en enfrentamientos entre simpatizantes de Morales y militares.
“Es un inicio nefasto, de volver a manipular la justicia. Con esto parece que el árbitro cambia de polera (camiseta) como si fuera un partido de fútbol y trata de jugar con la autoridad de poder”, dijo el presidente del colegio de abogados de La Paz, Israel Hugo Centellas, a la televisora RTP.
Por su parte, la exmagistrada del Tribunal Constitucional, Silvia Salame, explicó que tanto Morales como el exministro de Justicia aún tienen procesos penales abiertos y deben defenderse.
“La justicia es para todos, porque no se puede aplicar una justicia para los amigos y otra para los enemigos”, agregó.
En paralelo, la transición al nuevo gobierno inició después que el Tribunal Supremo Electoral entregara credenciales a los nuevos asambleístas del Congreso, en el 51,9% son mujeres, y hay una fuerte presencia de indígenas y de jóvenes menores de 35 años. Se espera que el miércoles se haga la entrega a Arce y al vicepresidente electo David Choquehuenca, un indígena aymara que fue canciller de Morales.
Poco antes, Arce y Choquehuenca fueron invitados a un dialogo por el gobierno de Áñéz.
Con información de AP.