En la primera jugad de pase de la primera práctica equipada de los Buccaneers, Tom Brady, jugando en una nueva ofensiva por primera ocasión en 20 años, envió un largo pase al receptor abierto de segundo año Scotty Miller, esencialmente borrando cualquier duda que pudiera existir respecto a la potencia de su brazo a los 43 años de edad.
El pase llegó de una jugada de engaño de carrera y el balón voló más de 50 yardas en el aire. Y Miller, superando a los defensivos y sin tener que ajustar al pase, lo llevó hasta las diagonales al tiempo que Brady dejó escapar un “¡Wooooo!”.
Cuando se le preguntó acerca de Brady y el balón profundo, el head coach Bruce Arians dijo, “Pienso que respondió esa interrogante desde el primer día. Estaba lanzando pases precisos de 60 yardas. Nuestro trabajo es cerciorarnos de que mantenga la fuerza y no se exceda, porque es un adicto al trabajo”.
Además del pase a Miller, Brady realizó pases en ventanas cerradas para los receptores abiertos Mike Evans y Chris Godwin. También conectó con el ala cerrada Rob Gronkowski en las diagonales para touchdown durante un periodo de zona roja, y realizó un lindo lanzamiento por el medio a Justin Watson que terminó en touchdown.
Hubo un par de contratiempos, también. De inicio, Brady fue interceptado por Parnell Motley en un pase dirigido a Evans, la segunda intercepción de Brady en lo que va del campamento (la primera llegó el viernes). Motley, un agente libre no reclutado de Oklahoma, se anticipó a la ruta de Evans cerca de la lateral derecha.
Brady también fue casi interceptado por Carlton Davis en un pase profundo dirigido a Cyril Grayson, pero ese quedó cortado. Hubo una conexión fallida con el corredor LeSean McCoy en un pase alto, un envío que fue demasiado largo para Evans por la banda derecha, y un pase rápido que simplemente fue demasiado arriba para Miller.
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