Día a día nos toca escuchar a amigos y conocidos como están viviendo estos momentos.
La mayoría menciona que les esta costando trabajo mantener relaciones saludables con las personas que los rodean. Así que decidimos dedicar este espacio para compartir reflexiones que faciliten convivir en armonía.
El por qué nos comportamos así, tiene que ver con los sentimientos generados por la ansiedad, la angustia, la depresión y la frustración de no saber donde estamos, cómo y cuando saldremos de esta. También intervienen nuestros intentos de tener todo “bajo control”, lo cual es posible hasta cierta manera, pero siempre existirá una parte que no depende de nosotros.
Por lo tanto, es importante saber expresar lo que sentimos, tener la habilidad de comunicarnos asertivamente. Y más importante aun, sentirnos satisfechos de la vida, expresar el agrado por lo que somos, con lo que hemos logrado, realizando conscientemente un dialogo con nosotros mismos, reconociendo lo que somos.
Si nuestro propio diálogo nos genera un mejor ánimo es momento de compartirlo con los demás. Podemos enlistar una serie de recomendaciones: darse cuenta y atender que somos agresivos con los demás, darse cuenta y atender el miedo, las insatisfacciones personales, demostrar aprecio, saber escuchar, saber decir, conducirse con respeto, cuidar el lenguaje no verbal y transmitir mensajes positivos.
“Primero hay que estar en paz con uno mismo para relacionarse en paz con los demás”.