Ciudad de México a 27 de mayo de 2020.- La actual crisis, ocasionada por un enemigo invisible del que aún no se tiene cura, propicia un ambiente de incertidumbre en la mayoría de las personas, sobre todo en los menores de edad, ya que el cambio en su rutina puede afectar su salud mental, además de padecer trastornos de sueño y ansiedad, alertó la Red Voz Pro Salud Mental CDMX.
La Asociación de Neuropediatría española y Brenner Children´s Hospital reportó que, derivado de la cuarentena, uno de cada tres niños experimenta ansiedad y trastornos en el sueño.
En tanto, María Elena Medina Mora, académica titular de la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM), subraya que “el cerebro de los niños va madurando durante el crecimiento, forma nuevas conexiones y selecciona partes que le formaran el carácter para el resto de la vida; y el estrés tóxico impide el desarrollo sano del cerebro”.
De acuerdo con un estudio de Diedre Barrett de la Universidad de Harvard, los niños han reportado dos tipos de malos sueños o pesadillas, uno de forma directa en que sus papás o algún ser querido se contagia (esto se registra más en los niños con padres que trabajan en el sector salud), y con símbolos o representaciones, como por ejemplo el verse con lodo que va subiendo por su cuerpo, sin podérselo quitar y contagiando a otros.
Es importante considerar que los sueños ayudan a procesar las emociones intensas, como es la ansiedad. En ese sentido, Voz Pro Salud Mental CDMX emite algunas recomendaciones a los padres y madres para apoyar a sus hijos:
Mantengan horarios regulares, sobretodo para dormir y despertar.
Escúchenlos con atención y expresen su empatía, si el menor registra una pesadilla, cálmelo diciéndole que se trata de un mal sueño que no tiene por qué hacerse realidad y que están tomando todas las medidas necesarias para estar seguros.
Mantengan sus mentes activas, invítelos a investigar sobre un tema que pueda interesarles de cultura, animales, ciencia, historia, etc.
Hagan ejercicio con ellos y jueguen, que mejor que bailar en familia vigorosamente.
Pongan una caja de sueños malos, invítelos a escribirlo y echarlos allí para después deshacerse de ellos.
Por la noche, hagan ejercicios de respiración profunda.
Evite el uso de algún dispositivo, dos horas antes de dormir.
Escuchen música clásica y háblenles con amor y seguridad.