Por Katia D’Artigues
José Calderón Abbo sabe de lo que habla. Ha sido testigo de los retos en salud mental que muchas personas vivieron en momentos límite: el 11 de septiembre en Nueva York, el huracán Katrina en Nueva Orléans y los efectos psicológicos de la guerra contra el crimen organizado en México.
Decidí buscarlo para que, con su experiencia, nos dijera cómo atender en medio de esta epidemia (y después) la salud mental de los médicos, enfermeras y personal de hospitales, así como de aquellas personas a cargo de pacientes, de personas mayores o con discapacidad.
Médico por la UNAM, psiquiatra y especialista en adicciones, Calderón lleva los últimos 20 años lejos de su natal Ciudad de México, trabajando en Louisiana (Estados Unidos) en respuestas sociales de salud mental y con trabajadores de la salud.
Es profesor asociado de Psiquiatría de la Universidad Estatal de Louisiana y es parte de la Facultad del Centro de Medicina Cuerpo-Mente en Washington, D.C.
¿Qué se debe hacer durante la pandemia para atender la salud mental de los trabajadores de la salud?
No tiene una respuesta sencilla. Hay varios niveles: las necesidades personales, las familiares de los trabajadores y también las de las organizaciones (los hospitales, los sistemas de salud). ¿Por cuál empezamos?