La casa o lugar de trabajo es reflejo de tu educación y personalidad. La desorganización, por el contrario, afecta tu estado de ánimo y tu salud. La higiene de tus espacios es fundamental, no solo para evitar el contagio de virus, bacterias y disminuir en riesgo de Covid-19 en la emergencia sanitaria que todos estamos viviendo, también para tu vida general.
Cuando llegas a un lugar desorganizado, en vez de sentirte a gusto y relajado, te produce estrés. Tu espacio es el espejo de lo que está pasando en tu vida.
Un lugar limpio…
- Se ve mejor. Transmite un ambiente más cuidado y sano.
- Te da orgullo. La presumirás gustoso y no sentirás vergüenza al invitar a alguien.
- No te quita tiempo. Dejar las cosas en su lugar disminuirá al máximo los objetos perdidos.
- Te ahorrará dinero. Si le das mantenimiento a tu casa y no dejas que se deteriore, los gastos serán mucho menores a que intentes arreglarla después de años de descuido.
- Te brindará tranquilidad. Tu casa es el lugar que te da confort. No hay nada más satisfactorio que llegar a un lugar limpio para descansar después de toda una jornada laboral.
- Motiva. La limpieza es fundamental para mantenerte receptiva (o) y proactiva (o) hacia la mejora continua. La suciedad y el desorden, por el contrario, te estanca.
- Evita accidentes. Las caídas y tropezones son más frecuentes en lugares con objetos tirados. Podrías lesionarte.
- Es más higiénico. La limpieza de tu hogar también influye en el riesgo de infección durante preparación de alimentos. El polvo y los ácaros que produce la acumulación de cosas también es precursor de infecciones y alergias. Además, el desorden también se refleja en tu imagen personal.
- Te da coherencia dentro de la familia. Si tu casa está sucia y caótica comunicas a tu familia que no estás interesada (o) en los detalles y que no tienes idea de qué hacer para dirigir una familia.
Información tomada de www.excelsior.com.mx