Ciudad de México, 10 de marzo (Sinembargo). – Desde hace más de seis años, Sarai Devit, una mujer de Ecatepec, Estado de México, ha sido violentada física, verbal y sexualmente por parte de su expareja sentimental. Quiso denunciarlo, pero la respuesta de las autoridades municipales fue nula.
En 2008, Sarai decidió formar una familia con el hombre, de quien prefiere omitir su identidad, por temor a represalias. En un principio, todo marchaba bien; empero, con el transcurrir del tiempo, las cosas comenzaron a cambiar. De manera gradual él volvió violenta la relación.
Los problemas eran cada vez más frecuentes, y las conductas de su pareja más agresivas. Por esa razón, comenta Sarai, decidió ponerle fin a aquella relación en 2014.
Ella pensó que ahí terminaría todo, pero estaba equivocada. La pesadilla apenas comenzaba.
En entrevista para Sinembargo, Sarai relata las constantes agresiones de que fue objeto una vez que ya se había separado de su expareja.
El sujeto ha amenazado a Sarai con quemarle el rostro o el de su madre con ácido, le ha hecho estallar cohetones cerca de un tanque de gas, le ha gritado mensajes obscenos por la calle. “Yo te voy a mandar a matar a ti y a toda tu familia, te voy a mandar desaparecer”, le ha proferido.
En alguna ocasión, él quiso agredirla sexualmente mientras hablaban al interior de su automóvil. Ella se resistió y él comenzó a golpearla con fuerza. Por esta razón, vecinos que presenciaron los hechos solicitaron el apoyo de una patrulla para auxiliar a Sarai. Los oficiales arribaron y la trasladaron al Ministerio Público de Ecatepec.
Ya en el lugar, Sarai intentó levantar la denuncia, pero le pusieron varias trabas, no quisieron tomar su declaración ya que “no había quién la atendiera” y le dijeron que “que regresara después”. Sarai menciona que también solicitó la revisión de un médico legista, pues su agresor le abrió el labio, misma que le negaron.
Ante la negativa, Sarai decidió marcharse; sin embargo, pese a que no recibir la ayuda solicitada, en el MP le hicieron firmar un documento en el que constaba que sus derechos habían sido resguardados.
“Temo por mi vida”, les dijo Sarai, en el MP le respondieron que su lesión no era grave, pues no iba herida de bala o se encontraba en un hospital. Entonces desistió y se marchó.
Le ha dejado muñecos con sangre en su zaguán, corazones de animales en recipientes, entre otros objetos empleados en rituales de brujería.
“Decidí hacer mi problema público, respecto a que estoy siendo violentada desde hace más de seis años sin parar, porque, a pesar de que es incómodo hacer mis problemas públicos, porque es difícil hablar de ello, yo me puse a pensar que si no lo hacía, me podía costar incluso la vida”, explicó Sarai en un video que compartió en sus redes sociales, como un grito desesperado.
Sarai Devit espera que a través de esta denuncia las autoridades del Estado de México atiendan su caso y pueda vivir tranquila.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), el Estado de México es la entidad con mayor número de carpetas de investigación abiertas por el delito de lesiones dolosas en perjuicio de mujeres.
Tan sólo en enero de 2020, en la entidad se abrieron mil 097 expedientes, muy por encima del estado de Guanajuato, con 434 carpetas.