Por Astrid Arellano y Ana Gamboa
Hermosillo, Sonora.- El anuncio de la quema de certificados de bautismo fue el inicio. Luego de la manifestación conmemorativa del Día Internacional de la Mujer en Hermosillo, las mujeres tomaron un puño de documentos y se dirigieron hacia la explanada de la Catedral Metropolitana.
“Vienen unas chicas para hacer un performance, pero les vamos a pedir que tomen aquel frente, porque hay unos pedófilos a quienes tenemos que darles un mensaje”, dijo una de las manifestantes en el micrófono, desde el kiosco de la Plaza Zaragoza, donde se cantó y se realizaron los posicionamientos de las diversas colectivas feministas.
“La iglesia tiene muchísimos casos de pedofilia, entonces, proponemos aquí traer unos certificados de bautismo, para quemarlos enfrente”, continuó antes de que el contingente gritara, aplaudiera y avanzara hacia allá.
Mientras algunos feligreses se encontraban al interior del recinto religioso, las mujeres coreaban la consigna “¡Señor, señora, no sea indiferente! ¡Se mata a las mujeres en la cara de la gente!.”
Los globos con pintura morada volaron hacia las paredes más altas. Poco a poco, algunas se aproximaron al acceso izquierdo de la catedral e intentaron ingresar, pero les cerraron las puertas y las atrancaron con bancas desde adentro. Eso encendió el enojo. Luego siguieron las pintas con aerosol y los vidrios rotos.
“¡Los niños no se tocan! ¡Pedófilos! ¡Dejen de violar a los niños! ¡Una niña no se toca! ¡Saquen sus rosarios de nuestros ovarios! ¡Impunidad en la iglesia! ¡La única iglesia que ilumina es la que arde!”, gritaron las mujeres mientras empujaban las puertas.
Las paredes de la catedral quedaron entintadas con palabras como “pedófilos, hipócritas, machos, violadores y justicia”.
Minutos después de que las mujeres se dispersaran, arribaron al menos 20 elementos de la Policía Estatal para resguardar las inmediaciones de la catedral, algunos feligreses se reunieron afuera para manifestar su repudio a los hechos y gritar “¡Viva Cristo Rey!” y “¡Viva María!”.
Durante la marcha y frente a los hechos las autoridades realizaron acciones de cuidado y contención, pero no de represión.
David Anaya Cooley, secretario de Seguridad Pública se presentó en las inmediaciones de la catedral donde prefirió no emitir una declaración sobre las medidas que podrían tomarse.
“En el comunicado que habíamos sacado anteriormente habíamos comentado el tema de que iba a haber apoyo”, dijo Cooley, “estuvieron las corporaciones de auxilio y estuvo presente la parte policial en contención; pues, obviamente, el mensaje era en el respeto a los terceros y, lamentablemente, ocurrió esta situación que se tornó muy complicada y que obviamente no se debió haber dado. Es todo lo que puedo decir”, sostuvo antes de retirarse.
Para las diez de la noche, ciudadanos acudieron a orar y a limpiar y pintar las paredes. A un costado, el Palacio de Gobierno del Estado, se iluminó con luces moradas y rosas.
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