Estas 7 madres del reino animal demuestran que no hay nada de lo que una madre no sea capaz por sus hijos. Ellas, guiadas por su inmensa generosidad y su instinto de protección, les dan, literalmente, lo mejor que tienen a sus crías. Algunas permanecen meses sin comer y los alimentan hasta perder 130 kilos de su masa corporal; dan a luz bebés de 90 kilos después de gestarlos por casi dos años; se exhiben como carnada ante los depredadores para salvar a sus pequeños y sacrifican sus vidas por ellos sin pensarlo un momento.
Orangután
La madre orangután es la más paciente de todo el reino animal. Mientras que en algunas especies las crías se independizan pocas horas o días después del parto, los bebés orangután permanecen junto a sus madres 6 o 7 años. Si obviamos a los seres humanos, ningún otro animal en todo el planeta permanece tanto tiempo junto a sus hijos.
Lo sorprendente de la madre orangután es que durante toda su vida, incluidos los largos años que pasa con sus hijos, cada noche construye un nido nuevo en la copa de un árbol. Puede llegar a construir 30.000 nidos a lo largo de su existencia para darles protección y abrigo a sus crías.
Pulpo
Las hembras pulpo depositan hasta 50.000 huevos que cuidan con su vida durante 40 días. Esos pequeños pulpos en gestación son un codiciado manjar en el mar y sus madres lo saben. Por eso permanecen junto a ellos durante todo el tiempo que les lleva desarrollarse, ayudándoles a oxigenarse “soplando” suavemente sobre ellos cada cierto tiempo.
En estos 40 días la mamá pulpo no se alimenta. Su cuerpo se consume a sí mismo para poder subsistir y, en la mayoría de las ocasiones, cuando los huevos eclosionan y sus hijos están listos para salir al mundo, ellas mueren. La madre pulpo entrega su vida a cambio de que sus crías puedan nacer y vivir.
Gacela
Las gacelas recién nacidas son unos de los animales que más rápidamente aprenden a ponerse de pie y caminar. Con todos los riesgos que corre en la sabana, es vital que pueda sostenerse en sus patas y correr cuanto antes para salvarse de depredadores. Apenas el pequeño puede pararse, su madre lo deja solo en medio de la pradera.
La mamá gacela no lo está abandonando, lo protege. Mientras él da sus primeros pasos ella se expone para que, en caso de que haya depredadores al acecho, la cacen a ella y no a él. La madre gacela hace las veces de carnada para permitirle a su hijo entrenarse para el mundo en el que vivirá.
Foca de Groenlandia
La foca de Groenlandia da a luz una sola cría a la vez. Su enorme bebé negro necesita protección contra las bajas temperaturas en las que vive y para esto su madre lo llena de grasa durante 12 días. En este tiempo ella alimenta a su retoño con una leche materna hiper grasosa (aproximadamente el 60% de la leche es grasa). Lo increíble es que este período de lactancia la madre lo pasa sin comer y al final llega a perder hasta 130 kilos de su masa corporal.
Oso Polar
Las hembras de oso polar, como la mayoría de madres de la naturaleza, son madres solteras. Cuando llegan a parir, el padre de sus hijos hace mucho tiempo se ha marchado. Esta valiente mamá trae a sus pequeños al mundo al final del invierno, cava un refugio en el hielo y permanece con sus hijos los primeros meses de vida allí, protegiéndolos del implacable clima y alimentándolos con leche materna.
En este tiempo ella se alimenta de la grasa corporal que ha acumulado en el periodo anterior al alumbramiento, pero no caza ni sale a buscar comida, sufriendo una dramática pérdida de peso que deberá recuperar en el verano.
Cocodrilo
Las madres cocodrilo no protegen sus huevos sentándose sobre ellos, como hacen muchas otras madres ovíparas en la naturaleza. Ellas construyen un nido a partir de la naturaleza en descomposición que mantiene una temperatura ideal para el desarrollo de los bebés dentro de los huevos.
Un dato curioso que han descubierto científicos a través del monitoreo de la temperatura del nido es que si ésta es inferior a 31 grados nacerá una hembra, pero si supera los 32 grados nacerá un macho.
Cuando los bebés cocodrilo nacen, sus madres los transportan dentro de su boca para protegerlos durante los primeros años de vida.
Elefante
La madre elefante se gana su lugar en esta lista porque tiene la valentía de parir las crías más grandes de la naturaleza. Los elefantes recién nacidos pesan en promedio 90 kilos, y son enormes incluso proporcionalmente a sus madres.
Pero esto no es todo. Las elefantas llegan al día del parto después de llevar en su viente a una cría durante 22 meses. Los pequeños elefantes son ciegos cuando llegan al mundo y esto hace que su madre, en compañía de todas las hembras de su manada, deban cuidarlo de manera especial.
Fuente: Genial Guru