La canciller alemana, Angela Merkel, condenó los ataques registrados en la ciudad alemana de Hanau, que dejó 11 muertos, y aseguró que el “racismo es veneno, (y) el odio es un veneno”.
“Nos oponemos a aquellos que intentan dividir Alemania con toda nuestra fuerza y determinación”
Horas antes, la policía había confirmado en su cuenta de Twitter que el agresor fue encontrado en su domicilio sin vida. Todo apunta a que se suicidó. El diario “Bild” indicó que el agresor es un hombre de nacionalidad alemana que tenía licencia de armas de caza, y en cuyo automóvil fue hallada munición.
“Nos oponemos a aquellos que intentan dividir Alemania con toda nuestra fuerza y determinación”, dijo la canciller federal en una breve comparecencia convocada de urgencia reportada por Spiegel.
Señaló que se considera la posibilidad de que el atacante actuó con motivos “ultraderechistas” y “racistas”, por “odio contra personas de otro origen, de otra religión y de otra apariencia”.
Agregó que el veneno del odio se da en “nuestra sociedad y ya es responsable de demasiados delitos. Desde los crímenes de la Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU) a las muertes de Halle, pasando por el asesinato de Walter Lubcke”, político conservador.
Expresó sus condolencias a los familiares y allegados de los fallecidos, además de desear una pronta recuperación a los heridos por las consecuencias “físicas” y “psicológicas” del ataque.
En octubre pasado, un hombre abrió fuego en una sinagoga en Halle, al este del país, y mató a dos personas. En junio, el político conservador Walter Lubcke fue asesinado a tiros en la terraza de su casa por un ultraderechista, también en el Estado de Hesse.
En 2000 y 2006, el grupo neonazi NSU mató a nueve extranjeros en el país.
Información tomada de www.informador.com.mx