Joaquin Phoenix recogió su Óscar a mejor actor por Joker con un discurso que, en su línea habitual, no dejó indiferente a nadie. Un alegato a favor de la justicia social y de dar voz a “aquellos que no la tienen” en el que criticó, entre otras cosas, la explotación animal con una referencia directa a las vacas. Un discurso contra la explotación de los rumiantes al que la industria láctea de Estados Unidos ha decidido responder.
“Si él [Phoenix] estudiase el compromiso de los granjeros de la industria láctea con el bienestar de los animales, y tuviera una comprensión plena de la contribución que hacen los productos lácteos a un dieta nutritiva, especialmente para los niños, podría tener una percepción distinta del valor que las lecherías aportan a la salud mundial y de la importancia del sector para el sustento global”. Así se ha expresado el portavoz de la Federación Nacional de Productores de Leche de EU, Alan Bjerga, en declaraciones a FOX Business.
En su discurso durante la entrega de premios, Phoenix criticó la explotación animal, particularmente la de las vacas. “Pensamos que tenemos derecho a inseminar artificialmente a una vaca, y cuando pare, le arrebatamos a su cría, aunque sus gritos de angustia sean inconfundibles. Y entonces le robamos la leche debía ser para su ternero y la ponemos en café o cereales”, sentenció crudamente el actor.
Una parte del discurso que la industria láctea se ha tomado como una amenaza hacia sus actividades. Aún así, Bjerga mantiene que no es la primera vez que el discurso de Phoenix va en esa dirección: “Ha dicho estas cosas muchas veces. Esto no era nuevo para nosotros, pero sí lo es para mucha gente porque no había tenido una plataforma como el discurso de agradecimiento de los Oscar”.
Sobre el impacto real que este tipo de mensajes tienen sobre la economía de la industria, Bjerga afirma que no han visto ningún impacto a largo plazo. “La gente compra leche porque es nutritiva y saludable para sus familias, no porque estén siguiendo los pensamientos de famosos”, afirma, y añade que “la leche continúa estando en el 94 por ciento de las neveras”.