Pocos fenómenos astronómicos causan tanta expectación como las conocidas últimamente como superlunas. El término, en realidad acuñado en 1979 por el astrólogo Richard Nolle, se encarga de describir ese momento en el que el satélite, en fase de Luna llena, pasa por el perigeo, que es el punto de su órbita (con forma elíptica) más próximo a la Tierra.
Teóricamente durante una superluna, en el lenguaje más formal de la Ciencia denominada perigeo-sicigia, el diámetro de la Luna puede aumentar hasta en un 14% y su brillo aproximadamente un 30%. Y aunque estos cambios son difíciles de percibir a simple vista desde nuestras casas lo cierto es que, durante las entre 3 y 5 superlunas del año, quien más quien menos se asoma para comprobar si lo del superlativo se ajusta a la realidad.
A la primera superluna del año, que este fin de semana de febrero vivirá su máximo apogeo, se la conoce también como ‘Luna de nieve’, aunque la referencia a la época del año actualmente se quede cogida por los pelos. Con nieve o no, los más madrugadores podrán observarla con mayor claridad, según el Observatorio Astronómico Nacional, a las 08:33h. del domingo 9 de febrero.
Pero la ‘Superluna de nieve’ podrá verse desde hoy viernes y durante todo un fin de semana que la propia NASA ha querido bautizar como ‘fin de semana de luna de llena’. Como siempre, y para disfrutarla un poco más, lo mejor será huir de la contaminación lumínica de las ciudades y reservar un sitio cómodo en un lugar con cierta altura y vistas despejadas.
Información de El País