Tom Brady y los actuales campeones de la NFL, los Patriots, no tendrán esta vez su habitual semana de descanso para reposar, relajarse y revitalizarse.
Los Patriots (12-4) verán acción hoy en la segunda cartelera programada en la ronda de comodines de la Conferencia Americana, por primera vez en una década, al recibir a los Titans (9-7). “Hubo demasiados errores graves”, lamentó Brady.
Los Patriots han exhibido deficiencias a pesar de la solidez de su defensiva, aunque han sido inconsistentes a la ofensiva. Brady, un quarterback vetusto, ha tenido promedio de apenas 197 yardas y una tasa de pases completos de 59% en sus últimos cuatro partidos, y de pases más baja desde 2006.
Brady dependió bastante del veterano Julian Edelman, mientras intentaba hacer su trabajo con un grupo de jóvenes receptores y su producción aérea de TD vino a menos –la peor de las últimas cinco temporadas–, debido a las bajas de piezas de claves por lesión, falta de ritmo (el receptor Josh Gordon sólo jugó seis partidos antes de ser cambiado a los Seahawks, y de Mohamed Sanu con apenas 2 TD y 520 yardas en 59 recepciones), o por retiro la última camapaña del ala cerrada Rob Gronkowski.
Sólo Edelman ha estado a la altura con una temporada de más de 1,000 yardas (1,117 con 100 recepciones); para un promedio de 11.2 yardas por atrapada.
Los Patriots, con Brady, nunca han alcanzado el Super Bowl cuando han disputado la ronda de los comodines.
Sin embargo, Nueva Inglaterra tiene posibilidades de catapultarse a su cuarto Super Bowl consecutivo gracias a una defensiva que sólo ha permitido 14,1 puntos por partido, la cifra más baja en la liga.
Nueva Inglaterra se mide con uno de los equipos más enrachados. Los Titans ganaron siete de sus últimos 10 compromisos para conquistar su segundo boleto de playoffs en tres temporadas, y su primero bajo las órdenes de Mike Vrabel, ganador de tres SB con los Patriots, como linebacker.
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