El último día de noviembre pasado el diario español El País publicó una lista titulada “Los 21 mejores libros del Siglo XXI”, en la que se establece un ranking de los mejores libros publicados estrictamente a partir del año 2000.
La elaboración del ranking estuvo a cargo de un jurado integrado por 84 expertos. Sobra decir que el diario no especifica quiénes son estos expertos, así como tampoco de dónde deriva su expertise y autoridad. Cabe imaginar que son amigos de este grupo editorial, ya que algunos escritores como Mario Vargas Llosa, Almudena Grandes, Javier Cercas, Enrique Krauze, Javier Marías y Antonio Muñoz Molina, son pluma frecuente en sus espacios periodísticos.
No pretendo desacreditarla, sino hacer explícito el sesgo existente hacia ciertos grupos o corrientes literarias, así como a dos casas editoriales: Alfaguara y Anagrama. Debe quedar claro que la lista es tan objetiva como el mercado, el marketing y las ventas lo permitan, ya que me parece absurdo congregar a “expertos” para definir algo que, inexorable e intrínsecamente, dependerá del gusto propio.
Como dije, la lista toma en cuenta las publicaciones realizadas a partir del inicio del segundo milenio, la época en la que me inicié en la lectura. Lo enfatizo porque todo lo que he leído, sin importar año de publicación, ha sido leído durante el nuevo milenio.
Por lo anterior decidí reconfigurar la lista. En principio pensaba formularla con mis libros favoritos sin importar fecha de publicación; opté por escoger solo 10 libros que sí hayan sido publicados en el lapso de estas dos últimas décadas, aunque se coló uno de 1999.
El orden de aparición de los libros es casual; no consulté mi lista de lecturas por lo que cito de memoria y puedo haber olvidado libros importantes; intentaré hacer comentarios breves y más en tono de dato curioso que de recomendación.
Asimismo, no pretendo establecer un canon, incluso sería deshonesto; mis lecturas no han dado lugar a creaciones propias y un canon sin frutos no es canon. Finalmente, considero estas obras importantes porque, al haber llegado a ellas de manera fortuita, podemos sugerir una causalidad entre los hechos, las circunstancias y el entorno en que fueron creadas en este lapso de 20 años, y su éxito precoz, pues muchas de estas novelas nacieron modernas y probablemente lo serán más frente a los futuros obstáculos que nos aguardan como humanidad.
1. Expiación – Ian McEwan (2001). Es una épica que combina exitosamente la novela decimonónica, la temática socioeconómica, política y cultural de la primera mitad del Siglo XX, y escrita recién iniciando el Siglo XXI. Si estuviésemos en búsqueda de la Gran Novela Universal y la obra más representativa de la condición humana de quienes hemos sido contemporáneos estas dos décadas, Expiación no tiene rival. Fue magistralmente adaptada al cine en el 2007.
2. Las Correcciones – Jonathan Franzen (2001). A diferencia de la Gran Novela Universal, un objetivo que todos los autores estadunidenses tienen en mente, es el de escribir la Gran Novela Americana; Franzen está muy lejos de ser uno de los grandes novelistas norteamericanos, pero es innegable que supera por mucho a David Foster Wallace y Las Correcciones puede ser imbatible frente a obras actuales de Roth, DeLillo, Wolfe y McCarthy.
3. La fiesta del Chivo – Mario Vargas Llosa (2000). No soy un lector consuetudinario de escritores iberoamericanos, por lo que no tengo registro amplio de novelas relevantes escritas en la región durante las últimas dos décadas, pero la novela de corte político y crítica social latinoamericana por excelencia está firmada por Mario Vargas Llosa antes de haber caído en el estado oligofrénico que actualmente lo aqueja.
4. La velocidad de las cosas – Rodrigo Fresán (1999). Es más un libro de cuentos que una novela, aunque todos los relatos guardan relación entre sí. Este argentino es un gran promotor de las letras, estadounidenses sobre todo; gracias a estos relatos me interesé por formas narrativas más modernas que posteriormente serían moda. Fresán es un autor menospreciado porque solo tiene un buen libro, pero ese único libro es imprescindible en la literatura latinoamericana.
5. La maravillosa vida breve de Óscar Wao – Junot Díaz (2007). La trama es bastante parecida a la de La fiesta del Chivo, sin embargo, aquí se adereza con la vida de un joven virgen y geek obsesionado con los cómics y videojuegos estilo El señor de los anillos. Su nombre es, por supuesto, Óscar Wao y se mete en problemas por enamorarse de la chica equivocada, quien al mismo tiempo le corresponde. Díaz nació en República Dominicana y creció en Estados Unidos, escribe en inglés pero adorna con palabras en español, por lo que es un buen representante del mestizaje racial y cultural y de la migración.
6. Dietario Voluble – Enrique Vila-Matas (2008). Es obvio que habiendo escrito “Bartleby y compañía”, “Doctor Pasavento” y “El mal de Montano” durante la primera década del nuevo milenio, su diario no es el libro más importante, pero es que hay tanto qué decir de este catalán, que lo más práctico para comprender que es absolutamente imprescindible e irremplazable, es leyendo sus pensamientos referidos a su oficio. Debo resaltar que Vila-Matas no aparece en la lista publicada por El País; a mi juicio es pura mala leche, porque antes publicaba en Anagrama y parece que a raíz de un diferendo con Jorge Herralde salió de la editorial y ahora publica en Seix Barral, la cual al parecer en 20 años tampoco publicó algún libro que merezca aparecer en dicha lista.
7. Nunca me abandones – Kazuo Ishiguro (2005). Pienso que si se lee con atención, es una novela sumamente melancólica y terriblemente desoladora, no porque describa un panorama devastado, sino porque refleja la profunda inconsciencia sobre los dilemas existenciales –por favor, no piense ni por un segundo que me refiero a problemas éticos o morales- y el efecto psicológico que tendrán sobre nosotros el “progreso” tecnológico a que hemos logrado. Esta novela es la “¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?” del Siglo XXI.
8. El sindicato de policía yiddish – Michael Chabon (2007). Perteneciente a la constelación literaria del mismo Thomas Pynchon, esta novela es una combinación bien lograda de novela policiaca, noir, mafia, comedia, sátira y detectivesca. Un par de policías investigan un crimen y esa es toda la trama; según escuché, sería adaptada al cine por los hermanos Coen, esto dice mucho acerca de qué tipo de libro es. Si a usted le gustan las películas de mafia de Scorsese o del estilo “Memento”, “Ronin” y “Los ríos de color púrpura”, este libro le va a encantar.
9. Una mujer en Jerusalén – Abraham Yehoshúa (2004). Esta historia narra la vida de una mujer extranjera que trabaja en Jerusalén y muere como consecuencia de un atentado en el que un terrorista decide inmolarse en el mercado de la ciudad. El conflicto entre Palestina e Israel es longevo y esta novela nos cuenta cómo es una vida de violencia normalizada para los individuos de ambas naciones.
10. La amiga estupenda – Elena Ferrante (2011-2014). Antes de terminar esta lista decidí echar un ojo a mis lecturas anuales y había olvidado por completo esta novela-saga que apareció en cuatro volúmenes y oficialmente se llama “Dos amigas”. Esta historia fue llevada a la pantalla chica gracias a la casa productora HBO, así es que incluso puede ahorrarse la lectura, pero le aseguro que si usted tiene 15 minutos al día para leer, esta novela es de lectura ligera y además sentirá profunda satisfacción e interés por los sucesos que le acontecen a este par de amigas desde que cursan la escuela primaria, su paso por la secundaria y preparatoria, sus anhelos, primeros amores, decepciones, matrimonios, problemas laborales y el nacimiento de sus hijos.
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