Especialistas en psicología coincidieron en que los propósitos de Año Nuevo solo son efectivos cuando se plantean desde la realidad, con metas alcanzables y una postura activa de responsabilidad personal, dejando atrás el victimismo y la culpa.
Durante el último programa del año de Proyecto Puente, la psicóloga Carolina Burgo señaló que, aunque los rituales de fin de año forman parte de la cultura popular, no cuentan con respaldo científico. “Si nos vamos a la ciencia y a la realidad, es meramente algo cómico”, afirmó al referirse a prácticas como usar ropa interior de colores o salir con maletas para atraer dinero o amor.
En contraste, destacó que lo verdaderamente comprobado es la importancia de establecer metas reales y a corto plazo, especialmente en temas como la salud física y emocional. “No podemos proponernos regresar a como estábamos a los 20 años; hay que plantear objetivos saludables y posibles”, explicó.
Burgo subrayó que esperar al 1 de enero para cambiar es parte del problema, ya que cada día ofrece la oportunidad de avanzar. “Si no puedes hacer ejercicio una hora, camina 10 minutos. Todos los días son un año nuevo”, dijo.
Desde otra perspectiva, la abogada Claudia Zavala Urquidez llamó a dejar de enfocarse únicamente en lo que no se logró, una actitud que, afirmó, alimenta la frustración y el victimismo. “Somos muy canijos con nosotros mismos y solo nos señalamos lo que no hicimos”, señaló.
Zavala insistió en que reconocer los logros alcanzados es clave para planear el futuro inmediato con paciencia y autocuidado. “Si no puedes correr, camina; y si no puedes caminar, gatea”, expresó, al recalcar la importancia de avanzar sin autoexigencias irreales.
Por su parte, Mariel Montes, coordinadora del Laboratorio de Comunicación y Servicios de la Universidad de Sonora, planteó reflexiones centrales para cerrar el año. La primera: “No todo lo que dolió fue un error”. Explicó que muchas personas enfrentaron enfermedades, problemas económicos y laborales, y que los logros no solo se miden por resultados, sino por lo que las experiencias permitieron aprender.
Montes advirtió que no se debe juzgar el pasado con las herramientas del presente, ya que las decisiones se tomaron con los recursos emocionales disponibles en ese momento. También recordó que el cansancio es información del cuerpo y escucharlo forma parte del autocuidado.
Otro punto clave fue entender que soltar no siempre significa perdonar, sino asumir decisiones responsables para dejar atrás vínculos, empleos o situaciones que ya no aportan bienestar. Además, señaló que gran parte del crecimiento psicológico ocurre internamente y no siempre es visible.
Finalmente, las especialistas coincidieron en que cada año no se empieza desde cero, sino desde lo aprendido, y que muchas metas no alcanzadas responden a una falta de planeación realista. “Si no cambió nada en tus condiciones de vida, es importante revisar cómo esperabas lograr ciertos objetivos”, apuntó Montes.
El mensaje fue claro: dejar de asumirse como víctima, tomar responsabilidad personal y apoyarse en la terapia psicológica son pasos fundamentales para construir propósitos de 2026 más realistas, sostenibles y saludables.


