Isabel Turrent, ensayista, traductora y una de las voces más influyentes del ámbito cultural mexicano, falleció este miércoles a los 78 años. La noticia fue confirmada por su hijo, el periodista León Krauze, a través de un emotivo mensaje en redes sociales donde rindió homenaje a la vida y obra de su madre.
“Hoy murió mi madre, @IsabelTurrent. Dicen quienes han pasado por este dolor que no hay palabras. Descubro que tienen razón. No hay palabras. Intentaré: fue siempre libre y valiente”, escribió Krauze, quien también destacó el carácter decidido y alegre de Turrent, así como su amor por el conocimiento.
Hoy murió mi madre, @IsabelTurrent.
— León Krauze (@LeonKrauze) June 18, 2025
Dicen quienes han pasado por este dolor que no hay palabras. Descubro que tienen razón. No hay palabras. Intentaré:
Fue siempre libre y valiente. Vivió en sus propios términos, a su propio ritmo y defendiendo principios no negociables.…
Reconocida por su aguda mirada intelectual, Turrent dejó una huella profunda en el periodismo, la crítica literaria y la promoción de la lectura.
Su colaboración con medios como Reforma y Letras Libres, así como su trabajo como traductora de importantes autores anglosajones, la convirtieron en una referente indispensable del pensamiento contemporáneo en México.
Nacida en 1942 en la capital del país, cursó Historia del Arte en la Universidad Iberoamericana y posteriormente amplió su formación en Oxford, donde estudió Relaciones Internacionales y Política. Esa preparación académica, sumada a su sensibilidad cultural, se reflejó en una prosa sólida, clara y comprometida.
Entre sus obras más recordadas se encuentra La aguja de luz, aunque su legado trascendió los libros. A lo largo de su carrera participó en proyectos editoriales, espacios de debate y círculos intelectuales que fortalecieron la vida cultural del país.
Compartió su vida con el historiador Enrique Krauze, con quien formó una familia ligada al mundo de las ideas y la literatura. En palabras de León Krauze, Isabel Turrent fue “una madre y una abuela amorosa, llena de imaginación y calidez”, y añadió con humor: “Tenía el gran defecto de ser americanista hasta el tuétano, como mi abuelo, con el que ahora la imagino…”
Además de su trabajo en las letras, Turrent fue una mujer que defendió firmemente sus principios. Su trayectoria estuvo marcada por el compromiso con la libertad de pensamiento, el respeto a la cultura y la pasión por la educación.
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Su partida representa una pérdida significativa para el país. Sin embargo, su voz continuará presente en sus textos, en quienes la leyeron y en los espacios que ayudó a construir con inteligencia, sensibilidad y convicción.
“Defensora de la libertad, la literatura y el conocimiento”, escribió su hijo al cerrar el anuncio. “Gracias a todos quienes se han tomado el tiempo de ponerme un mensaje amoroso. Lo aprecio de verdad, lo mismo que mi familia entera”.
Con información de Infobae