Una docena de entidades se han vuelto clave para la definición del Poder Judicial de la Federación. Aquellas que, por su densidad de población, concentran más electores y más grupos morenistas capaces de movilizarse estratégicamente.
Aunque en teoría todos los mexicanos y mexicanas deberíamos tener el mismo peso en un proceso democrático, lo cierto es que la inédita elección judicial también rompe con ese principio.
No sólo porque las decisiones del INE en cuanto al marco geográfico de este proceso provocaron que, por ejemplo, sólo los votantes de algunas alcaldías de la Ciudad de México tengan el poder de definir los tribunales y juzgados de competencia económica, donde se toman decisiones que afectan a toda la nación.
Sino porque, en una elección de baja participación (entre el 15 y 20 por ciento de la Lista Nominal es lo que prevé el Instituto Nacional Electoral), los estados con los padrones más grandes tendrán un peso decisivo en la definición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el poderoso Tribunal de Disciplina Judicial (TDJ) que sustituirá al Consejo de la Judicatura, y la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Se trata de 12 entidades con más de tres millones de electores cada una que, juntas, concentran el 64 por ciento del padrón electoral, ocho de las cuales son gobernadas por Morena, dos por el PAN y dos por Movimiento Ciudadano (MC).
Sólo en las ocho entidades gobernadas por Morena hay 46.3 millones de votantes y 36 mil 35 casillas, equivalentes al 46 por ciento del padrón electoral y el 42.8 por ciento de las 84 mil 21 casillas que el INE tiene programado instalar el próximo 1º de junio.
El peso de Delfina, Brugada y Nahle
Destacan el Estado de México, con sus 13.2 millones de personas con credencial para votar; la Ciudad de México, con 7.9 millones de electores y Veracruz, con 6.1 millones.
Es decir, sólo en esas tres entidades, gobernadas por Delfina Gómez, Clara Brugada y Rocío Nahle (personajes de alto nivel político en Morena), se concentra el 27 por ciento del padrón electoral nacional.
Además, en esas tres entidades se instalarán 20 mil 801 de las 84 mil 21 casillas que estarán funcionando el día de la elección.
Su peso es decisivo, si además se considera que son las gobernadoras de Morena más votadas y con mayor capacidad de movilización: Delfina ganó su elección en 2023, con 3.3 millones de votos; Brugada en 2024, con 2.8 millones y Nahle en 2024, con 2.1 millones.
Si sus operadores logran movilizar a quienes las llevaron al cargo, sólo en esas tres entidades habría 8.2 millones de votantes, una buena parte de los votos esperados en los comicios de la próxima semana.
Otros estados morenistas con padrones grandes
Hay cinco estados más gobernados por Morena que concentran buena parte del electorado nacional: Puebla, con 5 millones de votantes, Chiapas, con 4 millones, Michoacán, con 3.7 millones; Baja California, con 3.3 millones y Oaxaca, con 3.1 millones.
En esas entidades se instalarán, en conjunto, 15 mil 234 casillas.
El poblano Alejandro Armenta, el chiapaneco Eduardo Ramírez, el michoacano Alfredo Ramírez Bedolla y el oaxaqueño Salomón Jara también tienen un perfil de operadores políticos, y harán valer sus votos en esta elección.
De hecho, el gobernador de Oaxaca ya está siendo investigado por la Junta Local del INE en su estado, por haber organizado una reunión con alcaldes en la que habría dado instrucciones para votar por determinadas candidaturas.
En el caso de Marina del Pilar Ávila, su capacidad de operación podría verse mermada por dos factores: el reciente escándalo por la decisión de Estados Unidos de cancelarles su visa a ella y su esposo, el ex panista Carlos Torres, y por el hecho de que Baja California siempre registra altos niveles de abstencionismo.
Los estados de oposición
Jalisco, gobernado por MC, es el tercer estado con el mayor padrón electoral del país, con 6.7 millones de personas con credencial del INE, aunque su gobernador, Pablo Lemus, no ha dado señales de estar metido en esta elección.
En contraste, el otro gobernador de MC, Samuel García, sí está operando y, según una investigación del diario El Norte de Monterrey, ha reclutado a personas para votar por futuros jueces afines a él. Nuevo León tiene 4.5 millones de votantes.
En los estados emecistas, sin embargo, no se celebrarán elecciones de Poder Judicial local, por lo que sus gobernadores se estarían concentrando en colocar jueces de distrito y magistrados de Tribual Colegiado, lo que no es poca cosa.
En el caso del PAN, sus estados con mayor número de votantes son Guanajuato (4.9 millones de electores y 3 mil 929 casillas) y Chihuahua (3.1 millones de votantes y 3 mil 504 casillas).
Destaca el estado de Chihuahua, donde además habrá elección local para renovar 305 jueces y magistrados.
A diferencia del poco activismo de otros gobernadores de oposición, en Chihuahua la panista Maru Campos decidió promover la reforma judicial local y operar para colocar personas juzgadoras afines.
Por esa razón, y por el activismo de la senadora Andrea Chávez y el morenismo local, Chihuahua es uno de los estados a observar en los comicios del próximo 1º de junio.
Un último apunte
Hay cinco estados que serán muy importantes en esta elección, pues son las cabeceras de las cinco circunscripciones y, por lo tanto, las sedes de las Salas Regionales del Tribunal Electoral.
En estos comicios se elegirá a las magistradas y magistrados de las cinco Salas Regionales: Guadalajara (1ª. circunscripción), Monterrey (2ª. circunscripción), Xalapa (3ª circunscripción), Ciudad de México (4ª. circunscripción) y Toluca (5ª. circunscripción).
Las resoluciones de esas Salas son estratégicas en los litigios electorales, por lo que han sido puestas en la mira de los gobernadores y gobernadoras.
Esto le vuelve a dar un peso mayor a la mexiquense Delfina Gómez, la capitalina Clara Brugada y la veracruzana Rocío Nahle, y las fuerzas de Morena en esas entidades.
Los otros dos estados con cabecera de circunscripción son de MC: Pablo Lemus, en Jalisco, y Samuel García, en Nuevo León.