La presidenta Claudia Sheinbaum reveló que rechazó una propuesta de Países Bajos para nombrar un tulipán en su honor, redirigiendo el reconocimiento hacia las mujeres indígenas de México. “El tulipán no llevará mi nombre, sino el de todas las mujeres originarias que han luchado por nuestro país” , afirmó durante su conferencia matutina. La iniciativa, que forma parte de una tradición holandesa de bautizar flores con nombres de mujeres destacadas, simbolizará el respeto a la diversidad cultural y el empoderamiento femenino.
El embajador de los Países Bajos acudirá a Palacio Nacional para oficializar el nombramiento del “Tulipán Mujeres Indígenas”, un acto que Sheinbaum calificó como “un gesto de fraternidad y reconocimiento a nuestro pueblo”. La ceremonia, programada para las 9:30 horas, reflejará la colaboración bilateral en temas de derechos humanos y género. La mandataria destacó que este honor “no es para mí, sino para todas las mujeres que han sido pilar de nuestra historia”.
Previo al evento floral, Sheinbaum anunció que Pablo Gómez, titular de la UIF, podría comparecer en la mañanera para explicar el desvío de recursos vinculado a la orden de aprehensión contra Silvano Aureoles, exgobernador de Michoacán. Este tema contrasta con el acto simbólico del tulipán, evidenciando la dualidad de la agenda presidencial: “Mientras celebramos avances culturales, seguimos combatiendo la corrupción”, subrayó.
El tulipán como símbolo de resistencia y esperanza
El nombramiento del tulipán resalta la lucha histórica de las mujeres indígenas en México, quienes han enfrentado marginación, pero son clave en la preservación de tradiciones y la defensa del territorio. Sheinbaum recordó que solo el 1% de las mujeres conocen sus derechos plenamente, por lo que este gesto busca “visibilizar su fuerza y contribuir a una sociedad más justa”. El acto con Países Bajos, además, refuerza la imagen de México como un país comprometido con la igualdad y la memoria ancestral.