El octavo vuelo de la Starship de SpaceX, que en principio iba a ser una repetición del lanzamiento fallido de la nave en su séptima misión, terminó con un destino similar: la nave volvió a desintegrarse, esta vez sobre el océano Atlántico. El evento ocurrió exactamente ocho minutos después del despegue, en el mismo momento crítico del vuelo en el que la Starship 33 había fallado previamente.
🔴 #AHORA | Visto desde debajo, los restos de la nave Starship de SpaceX luego de que estallara. pic.twitter.com/iGiZmG5Uau
— Mundo en Conflicto 🌎 (@MundoEConflicto) March 7, 2025
Al igual que en la misión anterior, la Starship 34 perdió el control cuando varios de sus motores dejaron de funcionar, primero tres y luego un cuarto. Este apagón de los motores desencadenó un giro descontrolado de la nave, que terminó estallando. El origen de la explosión aún no está confirmado, pero podría haberse debido a una desintegración similar a la de la Starship 33 o al activarse el sistema de terminación de vuelo, que provoca la autodetonación del cohete como medida de seguridad.
Este nuevo fracaso llegó en un momento particularmente crítico: cuando la nave, ya a 20,000 km/h, estaba a punto de apagar sus motores para iniciar su trayectoria suborbital hacia el océano Índico. Los restos de la nave desintegrándose en la atmósfera fueron captados en video desde diferentes puntos del Caribe, incluyendo las Bahamas, Islas Turcas y Caicos, y República Dominicana. También se reportaron avistamientos desde Miami y Cabo Cañaveral, donde la detonación ocurrió a gran velocidad, similar al primer incidente con la Starship 33, aunque a una menor altitud.
🚀🔥 ¿Un fracaso espacial más para Elon Musk?
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) March 7, 2025
Usuarios de redes sociales han compartido videos de la caída de restos de la nave de Starship, de la compañía SpaceX.
La noticia fue confirmada por Dan Huot, responsable de la empresa espacial, quien dijo que, minutos después del… pic.twitter.com/TgAAr5BZMb
Diversos aviones en la ruta tuvieron que cambiar de rumbo, y se activaron protocolos de seguridad que cerraron el espacio aéreo en las zonas donde podrían caer los restos del cohete. Las autoridades fueron notificadas rápidamente por SpaceX, que tomó las medidas necesarias para evitar accidentes aéreos.
El análisis preliminar de la investigación de SpaceX sobre el fracaso de la Starship 33 había apuntado a un “fenómeno de resonancia armónica” más fuerte de lo previsto, que provocó vibraciones en la nave. Estas vibraciones, a su vez, habrían causado una fuga de oxígeno en la parte baja del cohete, lo que generó un incendio y, finalmente, la explosión de los motores. Aunque en el vuelo de la Starship 34 se observó un pequeño incendio y la explosión de un motor, no está claro si este fue el mismo fenómeno que causó el desastre en la misión anterior