Hermosillo, Sonora.- A finales de 2025, Jonathan Abigail Paredes viajará a Izmir, Turquía para presentar su proyecto en el International Science Energy Engineering Fair, el cual se basa en el trabajo ‘Biofiltración sostenible para la remoción de metales en agua: soluciones innovadoras para las comunidades rurales de Sonora’.
Este trabajo lo desarrolló para obtener el grado de Doctor en Biociencias, y Citlali Márquez, estudiante de Ingeniería Biomédica por la Universidad de Sonora, lo acompañará en este viaje al haberse integrado al proyecto como parte de su servicio social.
“Se me ocurrió, como actividad extra, participar en la Expo Ciencias estatal, con la grata sorpresa de recibir muy buenos comentarios, mucho interés por el proyecto y lograr la acreditación para ir a la Expo Ciencias Nacional”, narró entusiasmado Jonathan.
Explicó que su investigación se centra en la remoción de metales de agua contaminada mediante un material de desecho agroindustrial: la cáscara de nuez pecana. Este material fue modificado para mejorar su eficiencia y, además, se inmovilizaron bacterias para incrementar la efectividad del biofiltro.
En la etapa nacional de la expo, enfrentaron una competencia intensa y tampoco esperaban obtener la nominación para representar a México a nivel internacional, indicó el joven. Sin embargo, los evaluadores y otros investigadores destacaron la calidad del trabajo.
“Cuando nos dijeron que iríamos a Turquía, nos emocionamos bastante, pues no esperábamos un lugar tan diferente”, añadió.
La primera presentación del proyecto se realizó en forma de póster, el cual fue ajustado con base en observaciones recibidas, perfeccionando el diseño. Ahora trabajan en un prototipo funcional que llevarán a Izmir, Turquía.
El investigador destacó que, aunque existen otros tratamientos para la remoción de metales en el agua, su propuesta representa una alternativa innovadora y ecológica al aprovechar un desecho industrial que, de otro modo, sería desperdiciado.
“Tenemos que hacer modificaciones y pensar a lo grande. Queremos aplicar este biofiltro directamente en comunidades rurales, que son las más afectadas por la contaminación del agua. Por eso trabajamos en el diseño del prototipo, el análisis de costos y las mejores formas de aprovechar la cáscara de nuez”, señaló.
Jonathan desarrolló su proyecto en colaboración con el Instituto de Polímeros, Compósitos y Biomateriales de Nápoles, Italia, donde realizó dos estancias académicas de tres meses cada una. Durante estas estancias, trabajó en la modificación de los materiales utilizados en su prototipo.
El investigador contó con el apoyo y la asesoría de especialistas del instituto italiano, así como de docentes de la Universidad de Sonora, como Sarahí Agustín Salazar, egresada del posgrado en Biociencias.
Por su parte Citlali Márquez se sumó al proyecto para realizar su servicio social. Gracias a su formación inicial en biología, ha contribuido significativamente al desarrollo del biofiltro.
“Me acerqué a la doctora Kadylla Calderón Alvarado para solicitar mi servicio social, y ella me propuso formar parte del proyecto de Jonathan. Mi tarea consiste en colaborar en la elaboración de la biomasa y los biomateriales necesarios para el filtro”, explicó.
Tras presentar el proyecto en la Expo Ciencias Sonora y posteriormente en la Expo Ciencias Nacional, ambos se preparan ahora para la presentación en Turquía. Además de desarrollar el prototipo, trabajan en su presentación en inglés y, posiblemente, en turco.