La gubernatura que más le dolió perder al PAN fue Yucatán. Todo inició con el poderoso Víctor Cervera Pacheco (1995-2001) que no pudo contra la ola del cambio, y le entregó el poder a Patricio Patrón Laviada.
Todo indicaba que iniciaría una era azul en la tierra que alberga a 30 sitios declarados Patrimonios de la Humanidad. Pero la fuerza de Kukulcán no lo permitió. Pero también el pésimo gobierno del primer azul tiró todo al cesto de la basura.
Una joven entusiasta productora porcícola, hizo “la chica” y no permitió la continuidad de Acción Nacional. Ivonne Ortega Pacheco desterró a un panismo que se caracterizó por los vicios del tricolor, corregidos y aumentados. Ahí quedaron para la historia los videos donde se observa la compra de votos de por parte de altos funcionarios del PAN.
La hoy diputada federal por Movimiento Ciudadano atrajo el poder 12 años para el PRI, con un gobierno distinto y con alta popularidad hasta con los niños. Sus obras modernizaron la capital y varios municipios, hasta ese momento, abandonados.
Ella designó a Rolando Zapata, quizá el más disciplinado de sus colaboradores, pero la ola del cambio también lo aplastó seis años después. Llegó Mauricio Vila, que le regresó la esperanza al PAN, para hacerse de una entidad que ya consideraban suya.
El hoy senador panista designó a su más popular gallo: Renán Barrera, pero no dio el ancho. No estuvo a la altura de la competencia, y fue derrotado por Joaquín Díaz Mena.
El licenciado en Administración de Empresas Turísticas, maestro en Administración Pública y Gobierno, que empezó de mesero, derrotó al prianismo en la tierra del Mayab.
Fue presidente de su natal San Felipe, diputado local y federal, director del Colegio de Bachilleres, candidato a gobernador en 2012 (perdió contra Ivonne Ortega), candidato en 2018 (perdió contra Mauricio Vila), pero ese mismo año obtuvo un puesto clave, que le otorgó AMLO: Delegado Estatal de la Secretaría del Bienestar.
Desde el 1 de octubre es el primer gobernador de izquierda con un récord de votos. Y claro, rompió por la mitad carreras políticas yucatecas.
Más allá de quebrar historias en ascenso de políticos locales, el “Huacho” llegó a desmembrar negocios multimillonarios que se fueron tejiendo desde hace varios sexenios.
Más allá de acusaciones, carpetas de investigación y personajes tras las rejas, el presupuesto a partir de 2025 será administrado por un gobierno distinto, que no le debe nada a los que por décadas decidían como se repartía el botín.
COLOFÓN:
+La mayoría del Congreso yucateco rechazó el aumento al impuesto predial en Mérida.
+Es una derrota económica para el PAN, pero un éxito popular para no pagar más.
+La perdedora real tiene nombre y apellido: Cecilia Patrón Laviada.
+ No le debe nada a los que por décadas decidían cómo se repartía el botín.
POR GUSTAVO RENTERÍA
COLABORADOR
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