La falta de señal de telefonía móvil se ha convertido en uno de los mayores problemas que enfrentan los usuarios en diversas regiones del país. Intentar realizar una llamada o enviar un mensaje en varias zonas sigue siendo un reto para miles de mexicanos, lo que ha generado quejas y descontento entre los consumidores. Este fenómeno ha sido identificado como uno de los mayores dolores de cabeza tanto para los usuarios como para las compañías de telefonía móvil, especialmente para AT&T y Telefónica.
Para abordar esta situación, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha anunciado una nueva regulación dirigida a Telcel, la subsidiaria de América Móvil, con el objetivo de contrarrestar la asimetría de cobertura que persiste en el país. Bajo esta medida, Telcel estará obligada a compartir su red con sus competidores para que puedan ofrecer el servicio de telefonía y datos en las áreas donde no tienen infraestructura propia.
Adriana Helena Cruz León, directora de cuantificación de derechos y obligaciones del IFT, explicó que esta medida busca garantizar un servicio mayorista denominado “usuario visitante”, lo que permitirá que los operadores de AT&T y Telefónica puedan ofrecer cobertura a sus usuarios en zonas donde actualmente no tienen presencia. Según Cruz León, el objetivo es cerrar la brecha de cobertura y asegurar que los usuarios no queden sin conectividad debido a las diferencias entre las redes de los operadores.
El problema de la cobertura deficiente es evidente, y la falta de señal se ha convertido en el principal motivo de queja de los consumidores. En 2023, hasta junio, 3,479 mexicanos presentaron quejas ante la plataforma del Instituto Soy Usuario, lo que representó el 43.3% de los 8,026 reportes registrados. Sin embargo, no se especificó qué compañía fue la que recibió la mayor cantidad de quejas por fallas en la cobertura.
En cuanto a la cobertura de las redes, América Móvil es el operador con mayor alcance en el país, ya que posee el 85% de la red 4G, mientras que Altán tiene el 78%, y AT&T y Telefónica cuentan con el 63% cada uno. Esta diferencia ha llevado al IFT a tomar medidas para reducir la disparidad, argumentando que al permitir que otros operadores utilicen la red de Telcel se mejorará la conectividad en áreas con cobertura deficiente.
Sin embargo, algunos analistas advierten que esta medida podría tener efectos contraproducentes para los usuarios a largo plazo. Jorge Bravo, presidente de la Asociación Mexicana del Derecho a la Información (Amedi), señaló que obligar a América Móvil a compartir su infraestructura podría desincentivar a la empresa de invertir más en la expansión de su red, ya que no tendría el incentivo de mantener una ventaja competitiva. Además, la medida podría llevar a los operadores más pequeños, como AT&T y Altán, a no invertir en su propia infraestructura, al depender de la red de Telcel.
Bravo también advirtió que esta medida podría generar un “parasitismo” en la industria, donde los operadores no tendrían incentivos para mejorar sus redes. En los últimos tres años, Telcel ha sido el operador que más ha invertido en la expansión de su red, con un aumento del 21.5% en su inversión de capital entre 2020 y 2023. En contraste, AT&T y Altán han reducido sus inversiones en un 78.4% y 67.4%, respectivamente.
Este escenario podría afectar negativamente a los usuarios mexicanos, ya que, aunque se busca garantizar la cobertura en áreas con poca señal, se corre el riesgo de que las redes en lugares aún no conectados no se amplíen. “México es uno de los países con menor penetración de telefonía móvil en Latinoamérica y este tipo de resoluciones solo vienen a afectar a los usuarios”, concluyó Bravo.
El IFT, por su parte, sostiene que la medida es necesaria para equilibrar el mercado y garantizar una mejor experiencia para los usuarios, aunque la efectividad de la regulación dependerá de la respuesta de los operadores y las inversiones que realicen en el futuro.
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