Desde principios de febrero el candidato a senador Willy Ochoa comenzó a recibir amenazas para que desistiera de sus intenciones de hacer campaña electoral. El 7 de febrero presentó ante el INE su solicitud de intervención en la Mesa de Seguridad Interinstitucional para que le fuera asignada seguridad de la Guardia Nacional en sus recorridos en Chiapas durante el proceso.
Un general se comunicó con el equipo de seguridad de Ochoa y el 13 de febrero el equipo se reunió con un inspector y una subinspectora de la Guardia Nacional para responder un cuestionario, pero no hubo respuesta para determinar si se brindarían servicios de seguridad y acompañamiento al aspirante.
Once días después, es decir el 22 de febrero el personal de seguridad del aspirante se comunicó con el mismo general que lo había buscado para decirle que Ochoa había recibido nuevas amenazas y que aún no tenían ninguna respuesta.
Al día siguiente, a pesar de haber notificado a las instancias federales, así como al estado y municipio de sus recorridos del 23 al 25 de febrero, en la visita a Villa de Las Rosas, Willy Ochoa fue amenazado e increpado. En un restaurante se acercaron dos hombres y le dijeron que él no podía hacer el recorrido sino pasaba primero a reportarse con el patrón. Como los ignoró y siguió su recorrido fue interceptado en una camioneta por un grupo armado, para ser secuestrado, considera el aspirante, cuya seguridad propia lo salvó. Se enfrentaron con armas, pero nadie detonó.
“Intentaron secuestrarme por parte del crimen organizado, e incluso, fui perseguido en el traslado carretero al salir del lugar. Ese mismo día mi personal informó al general de los hechos, pero respondió que él no podía activar ninguna protección sino recibía ninguna autorización de la Guardia Nacional”, es parte de un escrito dirigido a Guadalupe Taddei, presidenta del INE, donde Ochoa relata toda la historia. La denuncia también se llevó el 29 de febrero a la FGR.
Del caso del candidato del Frente conformado por PRI, PAN y PRD llaman la atención varias cosas: si el gobierno federal se comprometió a responder en tres días a los candidatos que se sintieran amenazados qué pasó aquí, cuáles son los criterios para determinar si se brinda o no la protección.
También destaca que el intento de secuestro ocurre en un estado gobernado por Morena y donde crece la presencia del crimen organizado. En Chiapas la oposición prácticamente está borrada del mapa electoral y no se sabe, al menos no hay denuncias, de que a los aspirantes a senadores del partido en el poder hayan recibido amenazas del crimen, a ellos no los han tocado. No se ha dimensionado el problema como se debe.
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UPPERCUT: En CDMX también se cuecen habas: Gaby Sodi, quien tenía la intención de buscar la reelección como diputada federal, renunció a la candidatura por acoso y amenazas recibidas… Ayer, fue asesinado Alfredo González, candidato del PT a la alcaldía de Atoyac, Guerrero, mientras conducía su camioneta sobre la carretera Acapulco-Zihuatanejo. Ya van 20 aspirantes asesinados en lo que va de este proceso.
POR ALEJANDRO SÁNCHEZ
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