Por María Angélica López Sánchez
Cuando era más joven -hablo de muchos años atrás-, siempre pensaba que llegar a la mayoría de edad era algo muy significativo en mi vida; esto representaba para mí, la facilidad de poder viajar, salir a divertirme con mis amigos sin restricciones, tomar mis propias decisiones, pero sobre todo sentir que finalmente formaría parte de la sociedad adulta que tanto anhelaba y eso significaría “como por arte de magia”, llegar al grado de madurez deseado y esto sólo era posible al cumplir los 18 años de edad, el gran momento de decidir sobre mi persona pero, la única forma de hacer esto posible, tenía nombre “Credencial de elector”, sí… obtenerla significaba poder, sentido de identidad y pertenencia, adultez y en consecuencia, capacidad de ejercer mis derechos y obligaciones libremente.
Sin embargo, no fue hasta que tuve la oportunidad de hacer uso adecuado de mi credencial a través del voto, cuando logré entender cómo realmente la expresión de mi voluntad servía para tomar una decisión colectiva, es decir; mi preferencia por cierta opción, fórmula y/o persona me hizo sentir que soy parte de la vida de la comunidad a la que pertenezco y que ejercer este derecho hace valer mi voz dentro de ella.
Al recordar esos primeros momentos en los que tuve oportunidad de votar como ciudadana y de sentirme identificada con mi país, hoy llegó el punto de pensar, cómo es que los mexicanos le damos valor al voto al asistir el día de las elecciones a las urnas, al tomar la decisión de elegir a nuestros representantes, teniendo en cuenta que nuestra elección y voto, es también por los derechos humanos de todos, por la libertad de las facultades y las prerrogativas de las que gozamos por el solo hecho de ser ciudadanos y; que ello, nos asegure un trato y una vida digna que influya en la vida democrática de México.
Esta historia como muchas otras, es la que vivimos los ciudadanos en esta vasta geografía que compone la identidad mexicana; en este territorio sin fronteras definidas, pero con una presencia tan real que nos hace observar qué pasa en el otro México. Ese México que se extiende más allá de los límites territoriales para abrazar a millones de ciudadanos mexicanos que, aunque residen en el extranjero, mantienen vivos sus lazos con la tierra que los vio nacer. La migración mexicana, dispersa por el mundo, constituye una parte integral de la nación, y su voz, ejercida a través del voto desde el extranjero, resuena con fuerza en el destino democrático de México.
Los mexicanos en el extranjero representan una amplia gama de historias personales, pero comparten una conexión indeleble con su patria. Es en el ejercicio del voto desde el extranjero donde esta conexión encuentra su expresión más palpable de pertenencia y participación en la vida cívica de México y, como lo señala Espíndola, L. (2016) “Votar es elegir y hacerlo presupone libertad. Si ésta no existe, el voto pierde sentido”.
El voto de los mexicanos en el extranjero es un testimonio del compromiso del país con la democracia inclusiva. Reconociendo la importancia de este sector de la población, México ha implementado mecanismos que facilitan su participación en los procesos electorales. La reforma electoral de 2005 marcó un hito al permitir por primera vez el voto de los mexicanos residentes en el extranjero, un reconocimiento tardío pero significativo de su derecho a influir en el rumbo nacional. Ahora bien, su importancia radica no sólo en su capacidad para influir en los resultados electorales, sino también en lo que simboliza: la unión indisoluble entre México y sus hijos, sin importar dónde se encuentren.
De acuerdo con datos oficiales proporcionados por el INE, el padrón electoral de los ciudadanos registrados en el extranjero, cuya entidad de origen es Sonora, corresponde a19,395 ciudadanos que han solicitado su credencial electoral para votar y la lista nominal de credenciales confirmadas de recepción es de 8,628 registros de ciudadanos cuya credencial electoral para votar se encuentra vigente.
Para ser más exactos, se han recibido 127,974 solicitudes de inscripción en la Lista Nominal del Extranjero y, particularmente en Sonora un total de 1,683. De estas solicitudes, se observa que los países donde más se han registrado para votar son EUA, Canadá, España, Alemania, Francia y Reino Unido debido a que son los lugares donde existen más residentes mexicanos y; particularmente en EUA, hay registro de solicitudes de 1,296 sonorenses de los cuales el 67.20% han optado por el voto electrónico, el 26.01% por el voto postal y, 6.79% el voto presencial (INE, 2024).
El Instituto Nacional Electoral ha asignado alrededor de 1000 boletas para el voto extraterritorial en cada una de las 23 sedes consulares para las personas que no se registraron en línea y que puedan llevar a cabo el voto presencial. En entrevista con la Lic. Verónica Sandoval Castañeda, Vocal Ejecutiva de la Junta Local Ejecutiva de Sonora, señaló que es muy importante acudir a solicitar su inscripción antes del 20 de febrero y recordar que es un llamado a reconocer la contribución de los mexicanos en el extranjero no solo a través de remesas económicas, sino también como portadores de valores democráticos, culturales y sociales. (Sandoval, V., comunicación personal, 9 de febrero del 2024).
Ahora bien, la Comisión Temporal del Voto de las y los Mexicanos Residentes en el Extranjero del INE, perfila ampliar el plazo de registro al día y credencialización del voto de las y los mexicanos que residen en el extranjero hasta el 25 de febrero para hacer los trámites de registro y credencialización y; se contempla incrementar de mil a mil 500 el número de personas que podrán votar en las 23 sedes consulares sin necesidad de registro, aunque se espera que lo apruebe el Consejo General, queda claro el mensaje “tú voto es importante”, así que tomemos nota y ayudemos a promover con nuestros familiares, amigos, conocidos, colegas, etc., que se encuentran en el extranjero, la oportunidad que tienen de ser parte de la vida democrática de nuestro país.
Este voto es la voz de “El otro México”, aquel que vive y sueña en distintas latitudes, pero cuyo corazón late al ritmo de su país natal. Es un recordatorio de que la identidad mexicana trasciende barreras físicas, y de que la participación política es un derecho que acompaña a cada ciudadano más allá de las fronteras, una manifestación de unidad y esperanza que refleja la convicción de que, sin importar las distancias, los mexicanos comparten un destino común, y que es justo en estos procesos donde se tiene la oportunidad de crear conciencia social y donde nuestros compatriotas juegan un papel fundamental en el destino de nuestro país.
Referencias
INE (2024). Estadísticas Lista Nominal y Padrón Electoral. https://www.ine.mx/credencial/estadisticas-lista-nominal-padron-electoral/
Espíndola, J.L. (2016). El voto: herramienta en la vida democrática. https://www.ine.mx/wp-content/uploads/2019/04/el_voto_herramienta.pdf
Sandoval, V. (9 de febrero de 2024). El Voto Extranjero. [entrevista personal].
