Funcionarios de California advirtieron a la población que evite consumir ostras crudas importadas de México, después de que más de 200 personas enfermaron por un virus.
El Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles reportó más de 150 casos sospechosos de enfermedades gastrointestinales relacionados con ostras crudas.
Además, en el condado de San Diego, funcionarios de salud dijeron el jueves que tenían 69 casos confirmados.
Se reportaron otros casos en los condados de Orange, Riverside, San Bernardino y Ventura.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EEUU) emitió una advertencia inicial el 11 de enero con relación a ostras provenientes de un sitio en Sonora que tiene litoral en el Golfo de California.
El aviso se basó, al menos en parte, en los hallazgos de una investigación llevada a cabo por funcionarios de salud del condado de San Diego.
La FDA emitió el miércoles otra advertencia contra el consumo de ostras provenientes de las lagunas de Guerrero Negro y Manuela, ambas sobre la costa de la península de Baja California.
Ese mismo día, la agencia también actualizó su advertencia inicial sobre Sonora para incluir un segundo sitio donde cosecharon las ostras en el Estero Morúa.
El Departamento de Salud Pública de California advirtió a los consumidores que las ostras crudas cosechadas en esos lugares podrían estar contaminadas con norovirus.
Este virus podría provocar fiebre, diarrea, vómito, náuseas, dolor de estómago, cabeza y cuerpo, según la FDA.
Las autoridades de salud están recomendando a los restaurantes que tiren a la basura cualquier ostra importada de México hasta nuevo aviso.
“ebido al creciente número de sitios de cosecha de ostras relacionados con la enfermedad y a la posibilidad de que otros sitios también estén involucrados”, señaló el condado de San Diego en un comunicado.
Los casos de norovirus se reportaron en comensales de restaurantes y en personas que adquirieron las ostras en tiendas y las comieron en sus viviendas.
Recomendaron investigar la procedencia de las ostras antes de consumirlas; lavarse las manos y limpiar las superficies que podrían haber estado en contacto con las ostras contaminadas.
Todas las ostras implicadas fueron cosechadas en diciembre, y desde entonces ninguna proveniente de los sitios mencionados ha sido distribuida a establecimientos de alimentos en San Diego, según el comunicado del condado.