La política partirá este año en dos: de enero al 2 de junio todo será campañas, debates, promesas y contienda entre una multitud de candidatas y candidatos en busca de uno de los 20 mil 375 cargos públicos que estarán en disputa. Después de eso, vendrán los litigios electorales, el arranque de la nueva legislatura, la transmisión del poder y el inicio de un nuevo gobierno.
El 2024 pinta para ser un año de encono y polarización, de agrios debates y de golpes bajos entre partidos. Un año acechado por las noticias falsas, el discurso de odio y las teorías de la conspiración, todo ello potenciado por la inteligencia artificial y la estupidez genuina de muchos actores políticos.
Será un año de furia, en el que sólo el periodismo podrá impedir que la desinformación sea lo que determine el resultado electoral.
Enero
Las precampañas presidenciales culminan el 18 de este mes; con ello, sabremos al fin si en la boleta electoral habrá más de dos candidatas. Movimiento Ciudadano ya no puede estirar más la liga y deberá definir su candidatura. Y el INE deberá informar, el 7 de enero, si alguna de las personas que buscan una candidatura independiente logró las firmas para ello (todos están muy lejos de las 961 mil requeridas).
El round de las precampañas parece haber sido ganado de principio a fin por Claudia Sheinbaum, que enfrentará en la campaña el gran dilema de cómo no caer, después de haber llegado a su probable techo en la intención de voto en las encuestas.
Febrero
Es el mes de las llamadas “intercampañas”, un periodo extraño del calendario electoral en el que se supone que las candidatas presidenciales deberán guardarse, no hacer actos públicos, ni llamar al voto. Xóchitl Gálvez podría aprovechar la pausa para, ahora sí, reacomodar su equipo, afinar su estrategia y relanzar su campaña.
Las autoridades electorales usan este mes para aprobar los registros de las candidaturas, fiscalizar los ingresos y gastos de las precampañas, y comenzar a reclutar al ejército de ciudadanos que recibirán y contarán los votos de sus vecinos.
El 1 de febrero la atención ―y la clase política―regresarán al Congreso para el inicio del último periodo ordinario de la LXV Legislatura. Los diputados electos en 2021 y los senadores electos en 2018 tendrán una última oportunidad ―de apenas tres meses― para votar algunas de las decenas de leyes y nombramientos que tienen pendientes.
Se ve poco espacio para el acuerdo, pero la rendija legislativa podría servir para completar la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (dos magistraturas), el pleno del Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (tres comisionados), o las 40 magistraturas que hacen falta en Salas Regionales y tribunales electorales de los estados.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha anunciado que, en este mes, enviará las reformas de su llamado plan C, con la idea de que la reforma judicial comience a procesarse, para ser votada por la nueva legislatura durante el mes de septiembre.
Marzo
Las campañas presidenciales comienzan el primer día de este mes, y las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez regresarán al centro de atención.
El último round dura 90 días y será definitorio, no sólo para definir quién de las dos será presidenta, sino para el crecimiento de sus partidos en las campañas para definir las Cámaras del Congreso y en las elecciones locales.
El 1 de marzo también comienzan las campañas por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y las gubernaturas de Jalisco y Yucatán. En Guanajuato, las campañas por la gubernatura comienzan el 2 de marzo; en Tabasco, el 16 de marzo, y en Chiapas, Morelos, Puebla y Veracruz, el 31 de marzo.
Una semana después del arranque, miles de mujeres se movilizarán en conmemoración del 8M, con una agenda de múltiples temas irresueltos que interpelan a todas y todos, pero especialmente a las dos candidatas a la Presidencia.
Abril
En este mes habrá dos de tres debates presidenciales. El domingo 7 y el domingo 28 de abril, las candidatas interrumpirán sus recorridos para los encuentros organizados por el INE que, como hace seis años, tratará de implementar formatos que permitan la interacción entre moderadores y participantes.
En el primer debate, los dos moderadores podrán incorporar preguntas hechas por ciudadanos a través de redes sociales, y los temas previamente acordados serán: educación, salud, transparencia, combate a la corrupción, grupos vulnerables y violencia contra las mujeres.
El segundo debate tendrá público ciudadano en el foro, que en determinado momento podría plantear preguntas directas a las candidatas. En este caso, los temas son: crecimiento económico, empleo, inflación; infraestructura, desarrollo, combate a la pobreza y desigualdad, cambio climático y desarrollo sustentable.
El 30 de abril concluye el último periodo ordinario de sesiones en el Congreso de la Unión.
Mayo
El último mes de campaña será, también, el más intenso.
El domingo 19 habrá un tercer debate, con un formato en el que no habrá preguntas ciudadanas, sino un encuentro cara a cara entre las candidatas, con tres moderadores en el foro, y temas duros: política social, inseguridad y crimen organizado, migración y política exterior; democracia, pluralismo y división de Poderes.
El miércoles 29 de mayo acaban las campañas federales y locales y, al día siguiente, comienza la llamada “jornada de reflexión” y veda de propaganda de partidos, candidatas y candidatos.
Junio
El domingo 2 será la gran elección, con un padrón electoral que podría rondar los 100 millones de personas con credencial para votar. Actualmente, ya hay 99 millones 537 mil personas inscritas en el padrón, de las cuales, 97 millones 658 mil conforman la Lista Nominal. Estos datos se van actualizando y, el 30 de abril, el INE emite una Lista Nominal definitiva.
En el listado nominal, casi el 52% son mujeres y el resto hombres. Tres millones 922 mil tienen entre 18 y 19 años de edad, y 11 millones 278 mil tienen entre 20 y 24. Es decir, casi 15 millones votarán por primera vez en una elección presidencial.
En la jornada electoral, el INE prevé instalar 170 mil casillas, en las que se votará para todos los cargos. En algunos estados, la ciudadanía podría recibir hasta seis boletas, para votar por la Presidencia, el Senado, la Cámara de Diputados, la gubernatura, el Congreso local y el ayuntamiento.
Además de los cargos federales, se votará para elegir jefatura de Gobierno en la CDMX; las gubernaturas de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Se renovarán mil 98 diputaciones en los Congresos locales de 31 entidades (todo el país salvo Coahuila) y mil 803 presidencias municipales en 30 entidades (todos, salvo Durango y Veracruz). Además, se elegirán 14 mil 429 regidurías, mil 976 sindicaturas y 431 cargos auxiliares municipales.
La autoridad electoral deberá dar resultados de la “mega elección” esa misma noche. El expediente electoral pondrá a prueba la vocación democrática de los partidos ―oficialistas y de oposición―, de los miles de candidatas y candidatos ―vencedores y derrotados―, y de los gobernantes. Aceptar los resultados y dar la mano al rival dependerá, también, de la limpieza del proceso y la claridad con la que el Instituto Nacional Electoral ―con Guadalupe Taddei al frente― procese y explique los comicios, antes, durante y después del 2 de junio.
Si todo sale bien, la transición comenzará el lunes 3 de junio y, por primera vez, ésta durará apenas cuatro meses, pues la toma de protesta se adelantó al 1 de octubre por una reforma constitucional hecha hace 10 años, y ya no será hasta diciembre, como había ocurrido en las últimas décadas.
Julio
El mes transcurrirá entre litigios electorales, probables protestas en algunos estados ―o incluso a nivel nacional―, y una serie de reacomodos entre ganadores y perdedores.
El gobierno del presidente López Obrador entrará en la recta final, celebrando su último 1 de julio (el sexto año de la conmemoración de su triunfo de 2018) como primer mandatario.
El viernes 26 de julio comienzan los Juegos Olímpicos de París 2024, en los que se prevé la participación de una numerosa delegación mexicana. El breve respiro durará hasta el domingo 11 de agosto, fecha de la clausura del evento deportivo.
Agosto
El calendario electoral indica que, en la primera quincena de este mes, el Tribunal Electoral debe calificar las elecciones y entregar la constancia de mayoría a quien resulte ganadora de la elección presidencial. Es probable que, para entonces, siga incompleta la Sala Superior, por lo que se tendría que llamar al decano de los magistrados de Salas Regionales para hacer quórum, pues este trámite ―el último en una larga cadena de requerimientos jurídicos― implica la votación de al menos seis magistraturas.
El Tribunal, presidido a partir del pasado 1 de enero por la magistrada Mónica Soto, tendrá frente a sí un voluminoso expediente de denuncias en contra del presidente López Obrador, acumuladas desde 2022, en las que se le señala por haber vulnerado la equidad en el proceso electoral.
Paradójicamente, López Obrador será acusado de lo que él mismo acusó a Vicente Fox en 2006: haber desemparejado la cancha y cargar los dados en favor de la candidata del oficialismo.
Durante agosto, el INE deberá asignar las diputaciones plurinominales y las senadurías de lista nacional, y sólo entonces se podrá saber de qué tamaño serán las bancadas de cada partido político. Se despejará entonces una de las más grandes incógnitas de 2024: ¿Morena y sus aliados lograrán su cometido de obtener una mayoría calificada para aprobar las reformas constitucionales promovidas por López Obrador?, ¿o regresaremos a los tiempos en los que el parido gobernante está obligado a negociar cualquier reforma legal con la oposición?
Septiembre
La instalación de la LXVI Legislatura, el primer día de este mes, marcará el inicio de la nueva etapa y el tono con el que los partidos recibirán y convivirán con la próxima presidenta.
La reconfiguración de los grupos parlamentarios en la Cámara y el Senado ocurrirá a marchas forzadas, pues podrían verse obligados a procesar las últimas reformas promovidas por López Obrador.
El presidente entregará su sexto y último informe de gobierno y caminará ya en franca retirada. Serán obligados los balances de sus políticas, de sus obras y de la situación en la que la llamada “cuarta transformación” entregará el país.
Octubre
La toma de protesta de la nueva presidenta implicará el inicio de una nueva etapa en la vida política del país.
Si López Obrador cumple su promesa de retirarse a su rancho en Palenque, Chiapas, y no volver a interferir ni pronunciarse en la vida pública, su ocaso tendrá un gran impacto político. El fin del lopezobradorismo obliga a Morena a refundarse. Poco a poco, el tabasqueño dejará de ser el principal referente de la política, como lo ha sido durante el primer cuarto del siglo XXI mexicano. Si Claudia Sheinbaum es presidenta, uno de sus cometidos debería ser construir un nuevo liderazgo e imaginar un país post AMLO.
En los partidos políticos serán obligadas las renovaciones de sus dirigencias nacionales, algunos porque así lo marcan sus estatutos, y otros porque sus dirigentes habrán sido electos como senadores o diputados en la nueva legislatura.
Noviembre
El Congreso acaparará la atención, con la confección del primer Presupuesto de Egresos de la Federación del nuevo sexenio y las primeras reformas de la nueva administración.
El primer martes de noviembre habrá elecciones presidenciales en Estados Unidos, con su consabido impacto en la relación bilateral. La continuidad de Joe Biden o el regreso de Donald Trump implicarán el primer gran reto de política exterior para la nueva presidenta.
Diciembre
Si todo sale bien, habrá país, fiestas decembrinas y renovados propósitos para un nuevo comienzo.