Por David Koenig
El sindicato United Auto Workers (UAW) amplió este viernes su huelga contra las principales automotrices, abandonando 38 centros de distribución de repuestos de General Motors y Stellantis en 20 entidades de Estados Unidos.
Cinco mil 600 trabajadores se unieron a la huelga que otros 13 mil integrantes de la UAW iniciaron hace una semana; la UAW afilia a 146 mil personas.
Ford se libró de huelgas adicionales porque la empresa cumplió con algunas de las demandas del sindicato durante las negociaciones de la semana pasada, indicó el presidente de la UAW, Shawn Fain.
“Hemos logrado algunos avances reales en Ford”, dijo Fain en una presentación en línea ante los miembros del sindicato. “Todavía tenemos problemas serios por resolver, pero queremos reconocer que Ford está demostrando que se toma en serio la idea de llegar a un acuerdo.”
“En GM y Stellantis la historia es diferente”, afirmó. Esas empresas, dijo, rechazan las propuestas del sindicato de aumentar los salarios conforme al costo de la vida y dar a los trabajadores participación en las ganancias y seguridad laboral.
Las demandas de los trabajadores
El sindicato ha basado en las enormes ganancias recientes de las automotrices sus demandas de aumentos salariales de 36% a lo largo de cuatro años. Las empresas han ofrecido poco más de la mitad de esa cantidad. Ahora la UAW tiene otras demandas, entre ellas la disminución de la semana laboral a 32 horas con pago de 40 y la restauración de los planes de pensiones tradicionales para los trabajadores más nuevos.
Las compañías señalan que no pueden ceder a los reclamos del sindicato a pesar de sus enormes ganancias porque necesitan invertir en la transformación a vehículos eléctricos.
El contrato de la UAW con las automotrices expiró a la medianoche del 14 de septiembre y los trabajadores abandonaron una planta de ensamblaje de Ford cerca de Detroit, una fábrica de GM en Wentzville, Missouri, y una planta de Jeep dirigida por Stellantis en Toledo, Ohio.
Fain informó días atrás que el sindicato podría declarar la huelga en otras plantas a menos que haya avances considerables en las negociaciones contractuales con los fabricantes. Las negociaciones continuaron el jueves, aunque ninguna de las partes reportó avances importantes y se mantuvieron las grandes diferencias referentes a las peticiones de aumentos salariales.
Estragos y perspectivas
En días recientes, las empresas han despedido a miles de trabajadores con el argumento de que la huelga ha propiciado que las fábricas carezcan de autopartes.
Con todo, aún no se sienten los efectos en los lotes de los concesionarios y probablemente pasarán varias semanas antes de que la huelga provoque una escasez considerable de vehículos nuevos, de acuerdo con los analistas. No obstante, los precios podrían aumentar antes si la perspectiva de una huelga prolongada provoca compras de pánico.
La decisión del viernes es crucial para el presidente de la UAW, Shawn Fain, que en marzo pasado ganó una elección por estrecho margen y destronó al entonces presidente del sindicato. Fain ha aplicado una estrategia inusual de negociar simultáneamente con las tres grandes automotrices de Detroit.
Información de AP