Por Gabriela Selser
Ciudad de México, 4 de julio (AP).— El Gobierno de Nicaragua, que ha cerrado más de tres mil 300 organizaciones sociales en los últimos años, clausuró la fundación católica Fraternidad Pobres de Jesucristo, en la que colaboraban cuatro monjas brasileñas que ya abandonaron el país, y ordenó el traspaso de sus bienes a manos del Estado, se informó el martes a través del diario oficial La Gaceta.
Inscrita formalmente en Nicaragua en 2019, la asociación religiosa laboraba en el país desde hacía siete años, proporcionando alimentos y vestimenta a pobladores de comunidades pobres del departamento (provincia) occidental de León, donde tenía su sede.
El cierre de la organización religiosa figura en un acuerdo ministerial suscrito por la titular de Gobernación, María Amelia Coronel Kinloch, en el que se indicó que la asociación religiosa no había renovado su junta directiva desde 2021 ni había reportado sus estados financieros entre 2020 y 2022.
Los argumentos son similares a los aplicados a otras más de tres mil 300 organizaciones no gubernamentales (ONG) que fueron cerradas en los últimos años por el Gobierno de Daniel Ortega.
Directivos de varias ONG’s clausuradas han denunciado que desde 2020, el Gobierno no les permitía actualizar sus registros locales ante el Ministerio de Gobernación.