Bahía de Kino, Sonora.- En 2015, un grupo de tres mujeres inició el colectivo Mujeres del Mar de Cortés, dedicado a la producción y preservación de la almeja arrocera en el Estero de la Cruz, en la Costa de Hermosillo.
El grupo realiza estas actividades para devolverle al mar un poco de lo mucho que ofrece, y han recibido reconocimientos internacionales por su labor.
Acompañadas de sus hijos y nietos, las nueve mujeres que integran la comitiva salen a diario al estero para estudiar, analizar y dar seguimiento al cultivo de almeja, además de participar en actividades de limpieza de la laguna.
Dos de las fundadoras son Delfina Mendoza de 53 años y Laura Elena Wicochea de 55, quienes comenzaron el grupo porque crecieron en una familia dedicada a la pesca de la almeja para la venta en Kino, y observaron una disminución importante del producto.
“Nosotras desde niñas ahí trabajamos, nuestros padres nos llevaban ahí a sacar almeja para recibir apoyo económico, la familia de eso vivía.
Nosotras conocemos como estaba el recurso -almeja- antes, y como se fue disminuyendo, muchas familias de ahí viven y decidimos empezar a repoblar para que sigan las demás generaciones conociendo ese recurso”, detalló Laura Elena Wicochea.
Entre las actividades de la organización, ofrecen pláticas para sensibilizar a pescadores y mujeres, forman parte de grupos de monitoreo, visitan las islas y participan en la mayoría de acciones para mejorar el medio ambiente.
A más de siete años de formar el grupo, Mujeres del Mar de Cortés ya integran a menores y jóvenes en sus actividades diarias en el Estero de la Cruz y Bahía de Kino, donde enseñan sobre la importancia de cuidar el ecosistema, las especies y para que la economía local continúe fluyendo.
“Traemos a nuestros nietos porque desde chiquitos se tienen que involucrar a cuidar el medio ambiente porque eso no nos lo enseñaron nuestros padres a nosotras.
Y lo que queremos es que cuando ya no estemos, que ellos sigan en la conservación de los recursos, cuidado del medio ambiente y las limpiezas en las playas y el estero”, enfatizó Laura.
La almeja arrocera es un molusco bivalvo y fue en 2018 cuando el colectivo obtuvo los permisos necesarios para trabajar en el Estero de la Cruz con la siembra; un proyecto de mujeres en beneficio de la comunidad una vez que comiencen a cosechar.
“Beneficia a la comunidad y a las familias de la comunidad. Este recurso se estaba agotando porque pegó una helada y con la sobreexplotacion se acabó el recurso.
Para que la almeja siga y no se encuentre en peligro de extinción y sobreprotegidas como otras especies, eso es lo que trata Mujeres del Mar de Cortés, que sea una especie sustentable que no se encuentre en peligro de extinción”, compartió Delfina Mendoza.
Esta cooperativa pesquera de Sonora ganó el segundo lugar en el concurso internacional de video ‘Women in the Seafood Industry 2018’ (Mujeres en la industria de alimentos marinos), que busca generar conciencia sobre la contribución de las mujeres en las pesquerías.
El primer lugar lo obtuvo ‘Puntada Invisible’, de España, que muestra cómo las mujeres desempeñan papeles importantes, pero infravalorados en la industria pesquera, y se ven afectadas por los peligros para la salud en estos roles y el declive de la industria.
Ahora, lo que comenzó como un sueño, ilusión e iniciativa por querer ayudar a la comunidad, se convirtió en un proyecto sustentable que no solo mejora la economía local de los pescadores, kineños y que ofrece un servicio a turistas, sino que empodera a las mujeres, les da un valor agregado en la comunidad, y se involucran en compañía de sus hijos y nietos que seguirán los pasos de las mujeres trabajadoras del mar de cortés.