Hermosillo, Sonora.- El Estero de la Cruz ubicado en Bahía de Kino, es un ecosistema importante y se le conoce como la cuna del mar, pues ahí se reproducen todas las especies de peces, moluscos, almejas, tortugas marinas y mamíferos, pero la laguna perdió esta capacidad y se enfrenta a un reto ambiental por la contaminación de las granjas camaroneras que desechan sus desperdicios justo en este lugar, provocando diversas afectaciones.
El Grupo Tortuguero de Bahía de Kino, dedicado a monitorear al animal, tiene registros de especies con herpes y papiloma humano, y lo asocian al consumo de estos residuos que se encuentran dispersos en todo el Estero de la Cruz.
El ingeniero en acuacultura, Manuel Panduro, informó que en este tipo de granjas, se requiere 60 mil litros de agua para producir un kilo de camarón.
Tan solo en 2020 se cosecharon más de 70 mil toneladas de este producto, es decir que se necesitaron 4 billones 200 mil millones de litros de agua, y todos los desperdicios generados como tierra, minerales y fertilizantes, son arrojados al Estero de la Cruz.
Además del deterioro ambiental, el impacto negativo de la producción masiva de camarón repercute en la economía local de los pescadores de Bahía de Kino.
Ramón Ulises Becerra compartió para Proyecto Puente que dedica a la pesca desde hace 40 años, y detalló que antes de la instalación de las granjas en la comunidad en la década de los 90s, en el Estero capturaban tortuga marina, camarón, mantarraya, pescado corvina, lizas, y hasta tiburones.
“Animales de todo tamaño entraban porque antes era muy diferente el Estero de la Cruz. Tenía una profundidad bastante regular, de hecho me tocó bucear casi todos los canales dentro del Estero y algunos tenían una profundidad más o menos de 15-17 metros pero ahorita ya no. Ahorita yo creo que lo más profundo es de seis metros”, detalló Ulises.
Los pobladores externaron que, además de no tener productos para pescar, los efluentes acuícolas están azolvando el estero ya que el parque acuícola usa uno de los drenajes que pasa en las cercanías del estero.
Por su parte, Manuel Panduro, detalló que el agua que entra a los estanques contiene exceso de nutrientes y son arrojados por las granjas, se van al medio natural y causan un impacto.
“Esos nutrientes no existen de forma natural en el mar en esas cantidades, entonces al momento de existir en el medio natural como en el Estero, hay un crecimiento de bacterias, organismos y todo eso empieza a generar problemas con los organismos que realmente viven ahí, que son nativos de ese lugar.
Ha habido especies que han desaparecido como almejas y algunas otras especies de moluscos por la sedimentación tan grande que que hay por la descarga de la granja”, explicó el ingeniero técnico de acuacultura.
Este humedal es de gran importancia para la región costera sonorense ya que cuenta con una enorme riqueza biológica y equilibrio ambiental, además forma parte de la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional, mejor conocida como Ramsar, que lo convierte en un área custodiada por reglamentos de protección global.
Otra problemática señalada por el ingeniero Panduro, es la falta o poca regulación de la producción camaronícola de las autoridades en las granjas que existen alrededor del estero.
Manuel trabajó un tiempo en otras granjas y detalló que, el Comité de Sanidad Acuícola de Sonora prefiere minimizar la falta de lagunas de oxidación en las plantas camaroneras, mismas que sirven como un ‘basurero’ que, de haberlo, no dañaría el humedal, afirmó el técnico.
“No sé si la corrupción ahí o las autoridades medioambientales lo permitan; cuando el Comité de Sanidad Acuícola va a las granjas y te habla de las lagunas de oxidación y ven que no existe en las granjas, yo digo que para no meterse en problemas o algo lo dejan ahí, porque si dependen de los dueños de esas granjas, lo dejan pasar”, afirmó Panduro.
Entre las acciones para devolverle al Estero un poco de la vida que ha dado a Bahía de Kino, grupos ambientalistas, estudiantes, investigadores, académicos y pobladores del lugar realizan limpiezas y saneamiento donde han recolectado en una sola jornada hasta dos toneladas de basura en el perímetro de la laguna.
Además, el Centro de Investigaciones Culturales y Ecológicas de la Prescott College, tiene una unidad en Bahía de Kino permanente desde hace 30 años para estudiar el lugar y analizar las afectaciones que las granjas camaronícolas, entre otras actividades humanas, han repercutido de manera negativa en la comunidad; ofrecen pláticas de concientización e involucran a los residentes con actividades.