Columna Contracanto
Es preciso decirlo: la emoción se desborda. ¿Cursi? La maravilla del instante lo amerita. Abrir las páginas de un libro ante los camaradas presentes, no tiene precio.
Pues el Navo que es Omar Gámez, lo ha hecho. En pleno vientre del salón de la democracia, en las entrañas de Instituto Estatal Electoral, lugar en el que el escritor labora.
La reunión puntual, a la hora citada: la banda que se deja venir y hay tenemos que el espacio luce lleno de pura energía que es armonía. Los oídos prestos.
El Corrido de los Huipas, es el móvil del encuentro: una pausa a las labores cotidianas, un impasse a las rutinas del ve, corre, firma e informa. Una pausa bendita para realizar, a manera de primicia, la presentación del libro de crónicas de la autoría de Omar Gámez el Navo.
La reunión más preciosa para romper el plástico de los ejemplares, abrir las páginas y escuchar al autor leer con fruición, para entonces llevarnos de la mano a esas locaciones tan bien recreadas desde su pluma.
Un boxeador incipiente que provoca la carcajada, desventura de la inexperiencia, el resumen de un round que deja como consecuencias las dolencias por tiempo indefinido.
La interacción luego de, o antes. Preguntas y respuestas, comentarios respecto de la obra, felicitaciones y convocatoria para que lo siga haciendo, la reincidencia más esperada, porque a decir de algunos de los presentes, leer al Navo es preguntarse para cuándo llegará el próximo libro de su autoría.
En familia, con la cercanía humana, en cortito, como en esas reuniones antaño en la entrada del callejón del barrio, regresando a la infancia, porque es tema toral en lo que propone ese Corrido de los Huipas. Los argumentos para reencontrarnos con nosotros mismo, como bien lo comenta otro de los asistentes.
Con la pertinencia de todos, empleados funcionarios, aquellos que se entrecruzan en los pasillos en el trabajo de todos los días.
Con el frescor de las palabras, analogía de los días de lluvia, la emoción sencilla que nos hace conversar desde el estrado y las butacas. Desmenuzar el contenido y decir los pormenores, lo que ha provocado la lectura en los que ya se desvelaron el en tráfico de las páginas, y manifestar el deseo de indagar a la de ya desde quienes están por adquirir el ejemplar.
Una reunión bien bonita, de ida y vuelta, con el privilegio que nos significa tener a un escritor entre los empleados del Instituto Estatal Electoral, ese que levanta la mano para contar historias de la región de vida que le ha tocado atestiguar. Y desde su propuesta sumergirnos en el análisis y reflexión.
Uta qué bonitos los días propuestos en la cadencia implícita de las crónicas. Cuán bonito y también (¿cursi?) la congregación de almas con ojos y oídos atentos a la expresión toda de Omar Gámez Navo, el escritor oriundo de Navobaxia, ese quien nos propone un viernes diferente.
El deseo de levar palabras desde las páginas y hasta la conciencia de que la felicidad existe y está en los libros.
Luis Carlos Sánchez