Recién concluyeron las elecciones y ya hay virtuales ganadores a la mayoría de los puestos de elección popular, otros siguen dando la batalla esperando los resultados finales, pero apenas empieza lo verdadero bueno: gobernar, y como nos lo dijeron en campaña para todos y no unos cuantos, y por todos esperamos que se hayan referido a los animales también, pues siendo parte fundamental de nuestras vidas pero también habitantes de este espacio llamado tierra que nos hemos apropiado y del que hemos hecho para ellos prácticamente un infierno.
Diariamente miles de animales de todas las especies, desaparecen o son explotadas por la cruel mano del hombre sin que en nuestro país esto parezca importa a la gran mayoría de los actores políticos. En campaña, como hace tres años, se nos habló de protegerlos, de cuidarlos, pero ¿cómo será eso posible sin hablar de prevención?, esa costumbre que no tenemos en México. Hablar de prevención en el activismo es fomentar el respeto a todas las especies de animales, evitar que perros y gatos nazcan y se sigan reproduciendo de forma indiscriminada, se trata de prohibir la cacería, de cerrar los delfinarios y los zoológicos y transformarlos en santuarios, se trata de promover el veganismo, de evitar el tráfico de especies pero sobre todo se trata de crear políticas públicas bien estructuradas y viables para alcanzar ese objetivo llamado prevención.
Ya las Organizaciones No Gubernamentales hemos sentado las bases del activismo en nuestro estado, en nuestro municipio -Hermosillo tiene con que-, ya contamos con leyes, con campañas de concientización, con jornadas de salud, de castración, ahora toca a los gobiernos hacer lo que corresponde hacer, ni más ni menos, que es operar con sus recursos e infraestructura las leyes para castigar el maltrato y prevenirlo, para frenar el tráfico de especies, la explotación, para operar programas de castración sistemáticos para controlar la sobrepoblación canina y felina (Mucho antes de pensar en albergues), de seguir legislando en pro de los animales.
El camino es largo y a pesar de la lucha tan larga que hemos emprendido el avance es poco, pues para lograr algo significativo se necesita cerrar el triángulo virtuoso de trabajo y colaboración entre la sociedad, las ONG´s y el gobierno. No queremos otros 3 o 6 años perdidos para los animales, ellos no saben de partidos, de elecciones o colores, ellos saben de luchar diario por su vida en una sociedad indolente a los más vulnerables.
Los animales también tienen derechos, hay que trabajar desde todos los frentes para que les sean reconocidos y respetados.
Lic. Carolina Araiza Sánchez
Directora de Fundación Pata de Perro AC