Por Daviana Ley
Ser mamá fue el deseo soñado para Paola Enciso. Hoy, a sus 24 años de edad, trabaja en una empresa de seguros personales y al mismo tiempo cuida de su hija e hijo; Lía Renée de 4 años e Ian Santiago de 5 meses; para ella son sus más grandes tesoros.
“Siempre supe que quería ser mamá joven. Que quiero disfrutar a mis hijos y que no se lleven mucha diferencia de edad, eso es lo que siempre quise para mí y mis hijos”, platicó.
Paola tuvo su primer embarazo después de un año de egresar de la preparatoria, no lo tenía planeado, pero sí esperaba con mucha emoción el día cuando conocería a Lía. Nunca se le cerró el mundo o sintió tristeza, nada le impidió seguir con su empleo, mientras esperaba y disfrutaba la llegada de su pequeña.
4 años después del nacimiento de su niña, la joven ya tenía una rutina estructurada, la cual cambió por la pandemia y un factor sorpresa: la llegada de Ian, esto le causó alegría, sorpresa e histeria.
“Antes de ser mamá en pandemia, tenía mi rutina diaria de levantarme a alistar a Lía, alistarme, llevarla a la guardería y luego yo al trabajo. Salía a las 3, recogía a Lía y por la tarde, actividades equis, pero pues se viene la pandemia y todo eso cambia.
Yo empiezo home office, salí embarazada de Santi y mis achaques eran todo un rollo; sí fue muy pesado y pues hoy sigo en casa con Santi; fue pesado, frustrante y cansado, pero al menos ya me siento más relajada, no como hace un año que yo estaba loca histérica por el tema pandemia”, expresó Paola.
Para ella, ser mamá es la experiencia más bonita que ha vivido; hoy ya es una persona más madura y responsable; con estabilidad laboral, emocional y mental, claro, luego de sufrir todo el primer mes del nacimiento de Ian.
“Todo el primer mes de Santi fue espantoso, se despertaba a la medianoche y se dormía hasta las 6 o 7 de la mañana, y pues temprano yo tenía una niña que me esperaba para desayunar […] Hubo un momento, como a los 15 días de que nació Santi, donde caí en cuenta que no me había cepillado el cabello quién sabe por cuánto tiempo. Para que te des una idea de qué tan difícil te desatiendes como persona para ser mamá”, platicó riéndose.
Añadió que la pandemia y la inseguridad en Sonora, la hizo una persona mucho más cuidadosa, al tal punto que si sus familiares o amigos le piden a los niños para pasear ella dice: “no, yo voy con ellos”.