El diplomático Ernesto Araújo presentó este lunes su dimisión como ministro de Exteriores, con Brasil convertido en el epicentro mundial de la pandemia con una media que supera los 2 mil 500 muertos diarios.
Las intensas presiones de los últimos días desde las dos Cámaras parlamentarias y de representantes del poder económico pretenden obligar al presidente Jair Bolsonaro a ceder y entregarles la cabeza del ministro que lidera el ala más ideológica de su Gobierno.
Araújo, un ferviente anticomunista y trumpista, es considerado el responsable máximo de que el país no haya conseguido comprar en China y otros mercados las suficientes dosis para emprender una vacunación en masa que permita atisbar en el horizonte cierta recuperación económica.
La gestión de la pandemia empieza a pasar factura política a Bolsonaro más de un año después de los primeros casos. Aunque mantiene el apoyo férreo de un tercio del electorado brasileño, sectores más pragmáticos que le apoyaron en 2018 para evitar como fuera que el Partido de los Trabajadores (PT) regresara al poder están alejándose de él a medida que Brasil suma muertos por coronavirus.
Las colas para conseguir una cama en las UCI y la lentitud con la que avanza la vacunación porque Brasil empezó tarde a negociar y rechazó varias ofertas de laboratorios han influido para que en los últimos días arreciaran las críticas y la exigencia de que Bolsonaro dejara caer a Araújo.
Fuente: El País