Consejo número 1. Esfuérzate y bebe en todo momento, cuando te sientas triste utiliza la bebida para desviar tu problemática en lugar de enfrentarla con denuedo, bebe cuando recibas buenas noticias para que adormezcas tus sentidos y evites la gran experiencia del momento, bebe y no te detengas en los eventos familiares para que tus hijos o tu pareja sientan la vergüenza de tener un papá que no puede sostenerse solo y sé el gamberro de la fiesta, bebe de día y de noche para que te pierdas del espectáculo ecosistémico, bebe en el trabajo para que pongas en riesgo tu sustento financiero y el profesionalismo de tu empresa, inventa otro pretexto para destapar otra botella.
Consejo número 2. Gasta todo tu dinero en las bebidas alcohólicas, si tienes un ahorro suéltalo todo este fin de semana comprando la mayor cantidad de alcohol que puedas, aprovecha la oportunidad para utilizar la bebida como método de socialización sin importar que después de la media noche te observen caminar en “Zic, zac”, después de todo no eres el único o la única que corre el riesgo de hacer el ridículo, en lugar de gastar en comodidades para tu hogar, educación para tus hijos, necesidades de tu pareja, actividades filantrópicas, viajes y experiencias, mejor paga un poco más por otra ronda de botellas ¡¡Que para eso trabajas!! y te lo mereces.
Consejo número 3. Ignora cualquier información sobre las bebidas alcohólicas, evita el aprendizaje de esta sustancia que la ciencia considera como criminógeno para la sociedad, ignora una y otra vez la capacidad adictogena de la cerveza, el tequila, el vodka o el wiski, ignora que la bebida es un ansiógeno y un estresor para tu salud emocional, ignora los mil embarazos diarios que suceden en México, las 24 mil muertes por accidentes, el 60% de los suicidios asociados al consumo de alcohol entre otros datos que no vale la pena mencionar. Evita educarte en lo que te introduces a la boca y tendrá un impacto radical en tu área cognitiva, afectiva y psicomotora.
Estoy seguro de que siguiendo estos aplicables consejos podrás llegar a ser un gran alcohólico o una alcohólica.
Nota: Si los padres/madres toman alcohol, fuman o consumen otras drogas, están enseñando al niño unas formas de conducta que, en el futuro, favorecerá para que adopte igual ese comportamiento. Los niños aprenden el 30% de nuestras palabras, pero el 70% de nuestras acciones.
El breve análisis “sarcástico” anterior se sostiene en la Teoría del Aprendizaje Social de Albert Bandura (Bandura, 1977) que postula, a través de la observación, el niño/a aprende conductas y desarrolla expectativas sobre las consecuencias positivas o negativas. El aprendizaje de las expectativas podría influir de forma importante en la decisión última de consumir.
“Si tomas gasolina olvida gritar cuando te quemes” , Tato Balderrama.