Si vivir una pandemia se te hace complicado, para Enrique Villalobos, Pereda lo es aún más porque es sordo y las demás personas no practicamos la Lengua de Señas Mexicanas (LSM), lo que ocasiona una gran dificultad en su día a día para comunicarse.
Su experiencia con la pandemia se complicó, porque antes podía leer los labios de una persona que no hablara en señas, pero ahora como debemos usar cubrebocas, no puede usar esa herramienta.
Él como cualquier otro joven, gusta de salir con sus amigos y platicar, pero ahora la gran mayoría de sus reuniones son en videollamada y trata de que la comunicación con sus seres queridos sea más fácil y lograr que le entiendan, sin embargo, él asegura que sí es necesario aprender de su mundo e invita a que aprendan LSM para ser inclusivos.
Él y su amigo Roberto Labrada son maestros en LSM en la escuela YoYou Clases e Idiomas. Nos compartieron que sólo hay 2 personas certificadas en el estado de Sonora y existe una gran parte de la sociedad que no sabe la Lengua.
Algunos ejemplos de cómo podemos aplicar los demás la LSM son: en un antro, si la música es muy fuerte; debajo del agua, para bucear o jugar, porque aprender la LSM no sólo implica tener igualdad entre sordos y oyentes, también sirve para la diversión y para que nuestro cerebro obtenga un nuevo conocimiento.