En los últimos años, diferentes colectivos han buscado que se evite la pirotecnia explosiva, por afectar sensorialmente a mascotas, pero también, a niños con autismo severo.
La psicóloga Natalia Navarro Laguna, especialista en desórdenes en neurodesarrollo, también integrante de la comunidad Autismo Sonora, comentó para Proyecto Puente que los estruendos de los fuegos artificiales pueden ser molestos e incluso atemorizantes para cualquier persona, pero para otras parece divertido por asociarlo con luces y celebración.
“Justamente las personas que tienen autismo, y en un nivel severo, lo que más afectado es el tema de la comunicación, la comunicación tiene que ver con la asociación que hacemos, cómo nos relacionamos con nuestro entorno, y cuando tenemos problemas para hacer estas asociaciones, como lo es el caso del autismo, pues no entendemos que estos estruendos, no lo vemos como lo ve otra gente, divertido”, comentó la especialista
La psicóloga Paty Navarro aclaró que no todas las personas con autismo padecen desórdenes sensoriales, esto significa que la tolerancia puede estar más alta o más baja, entonces, muchos usuarios perciben el evento como muy lejano, o muy tenue, pero para algunas personas con autismo puede ser mucho más impactante.
“Si lo súmanos a que no sabemos de dónde viene, o por qué está sucediendo este tipo de estruendo, y lo aunamos que tenemos un umbral mucho más pequeño, es decir, cualquier sonido lo puede estar escuchando con un mayor potencial, por supuesto que es molesto, es difícil lidiar con este tipo de situaciones de ¿no sé porqué está sucediendo? Si no tengo una comprensión de mí ambiente, pues no se porque esté sucediendo este tipo de ruidos”.
Agregó que los niños con autismo severo, al ser expuestos a estas detonaciones reaccionan con temor, se tapan los oídos, buscan protección, ya sea corriendo a los brazos de mamá o esconderse bajo la cama.