Los epidemiólogos encabezados por Hugo López Gatell le faltaron al respeto al semáforo epidemiológico que ellos implementaron desde el inicio de la pandemia por covid-19, de acuerdo con las normas sanitarias de la Organización Mundial de la Salud.
La ocupación de las camas hospitalarias al llegar al 65 por ciento, según la disposición, amerita decretar el semáforo rojo que alerta a las personas a no salir de casa a menos que sea estrictamente necesario. Sin embargo, al imponerse de nuevo la medida el viernes, estábamos sobrepasados: en 71 por ciento de la ocupación hospitalaria.
Ese día miles de trabajadores de la capital del país recibieron su aguinaldo y los centros comerciales, así como las principales calles y avenidas se abarrotaron intensamente de personas que hacían las compras de fin de año y de pánico al enterarse de la disposición.
El momento menos querido en la pandemia llegó a Ciudad de México. El sistema sanitario ahora está al borde del colapso. El ulular de las ambulancias se escucha todo el día y noche en los barrios y colonias. De golpe y porrazo nos dicen que estamos a punto de quedarnos sin camas. Ya solo hay disponibles 686 generales y 365 para terapia intensiva de un total de siete mil.
Este lunes, el Hospital General del ISSSTE en Tláhuac abrirá sus puertas por primera vez para atender a personas graves de covid-19. Será un desahogo para los demás hospitales, pero en su primera etapa tan solo contará con 120 camas de un total de 400 y de las cuales solo 50 contarán con ventilador.
Mientras tanto, Ramiro López, director normativo de Salud del ISSSTE y líder del proyecto de arranque de este Hospital, dijo al Informativo Fin de Semana de El Heraldo Radio, que aún falta terminar de contratar a todo el personal que terminará de echar a andar al 100 por ciento el funcionamiento del centro médico, pues al momento tan solo hay mil 400 trabajadores inscritos, de un total de dos mil 400 que se necesitan.
Faltan médicos, médicas, enfermeros, enfermeras y personal técnico. Los que están en la línea de fuego se sienten rebasados, con pensamientos suicidas y homicidas señalan reportes de la prensa a nueve meses de haber empezado la lucha contra la pandemia en el frente de batalla. Sin ánimo de sensacionalismo esa es la realidad.
La ciudadanía con su valemadrismo sanitario le ha fallado al cuerpo médico y a sus círculos cercanos, pero también hay que decirlo: otra vez el subsecretario Hugo López Gatell suma nueva falla a su estrategia de lucha contra el Covid-19, que pone en riesgo la vida de los capitalinos y del Estado de México, donde la situación está en las mismas circunstancias.
Siete días antes de decretar el semáforo rojo dijo que hablar y ser cuestionado sobre de este era intrascendente. Medio gabinete capitalino sabe que tuvo que tragarse sus palabras el viernes al verse obligado y presionado a salir por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, a tener que anunciar con el cubrebocas puesto –que menospreció—el cambio de color.
Urge que la sociedad modifique sus hábitos y el modo de enfrentar la pandemia, así como también urge un líder especializado con la capacidad de guiarla en esta crisis sanitaria, más ahora que la nueva cepa ha puesto de cabeza a los europeos.
UPPERCUT: Ya son más de 16 funciones las que el gobierno de AMLO ha cedido al ejército en lo que va de su administración: ahora entrega a la milicia el manejo de parte del Tren Maya y tres aeropuertos del país, incluyendo al Felipe Ángel que está en construcción en el Estado de México.