La incapacidad del alumno para cumplir con el aprendizaje escolar, una realidad que atender antes que concluya el semestre del presente ciclo escolar, en la modalidad de clases virtuales tanto en escuelas públicas como privadas. Una realidad que preocupa a los propios estudiantes, padres de familia, profesores, autoridades de las instituciones educativas es el desempeño de los alumnos en el tiempo que ha transcurrido el ciclo escolar.
Como especialista en salud mental, he evaluado estudiantes de todos los niveles educativos, y la situación de quienes tienen la posibilidad de solicitar ayuda, la condición por la que están pasando es preocupante. Los motivos más comunes son: pereza, distractibilidad, humor irritable, somnolencia durante el día, incumplimiento de actividades académicas o realización del mínimo esfuerzo y dar por cumplida la tarea, quejas por la dificultad de adaptarse al método virtual, falta de supervisión en el hogar o por tutor escolar y uso perjudicial de electrónicos en asuntos ajenos a temas escolares.
Problemas expresados en quienes tienen horario sistemático matutino o vespertino, alumnos y padres de familia, que dicen no tener horario específico para sus clases, es decir, quienes tienen la opción de decidir cualquier hora del día para dar cumplimiento de sus objetivos académicos, cuando mucho están ocupando una hora al día para asuntos escolares. Por parte de la escuela ya han notificado reportes de bajas calificaciones, incumplimiento de las reglas para iniciar, permanecer y concluir la clase virtual, la postergación de la realización y entrega de trabajos escolares y en algunos casos a nivel universitario dándose de baja en algunas materias del semestre o lo más grave, la deserción escolar.
Los factores causales de las dificultades para el desempeño escolar en tiempo de clases virtuales son diversos; en lo que corresponde a los factores individuales; algunas deficiencias que tienen que ver con variaciones en el progreso del desarrollo psicosocial, que impliquen disminución de la actividad física, alteraciones sensoriales o de psicomotricidad, que puedan constituir un impedimento para el aprendizaje normal del alumno. En las funciones intelectuales es importante conocer el nivel funcional en el que se encuentra. En caso de que la inteligencia se encuentre por debajo de la media esperada es una razón importante para entender las dificultades para progresar en los aprendizajes. Los factores emocionales como la baja autoestima, ansiedad o depresión, han demostrado que entre un 30 y un 50% de los fracasos escolares se deben a éstas causas. Y los factores del neurodesarrollo como el trastorno por déficit de atención en menor proporción. En los jóvenes y adultos los fracasos escolares están mas relacionados con hábitos perjudiciales conductuales y/o ingesta de sustancias psicotrópicas.
La necesidad escolar actual de clases virtuales por la pandemia, por todos conocida, con sus ventajas y limitaciones, técnicas didácticas no acordes a las necesidades del alumno y al contexto del hogar donde el alumno esta recibiendo sus clases, dificultades relacionadas con la integración virtual del alumno al grupo, personalidad del niño y personalidad del profesor. Es imprescindible tener información sobre las herramientas tecnológicas que se disponen en el hogar, la conectividad a internet y advertir el grado de conocimiento que el alumno y padres de familia tienen sobre las tecnologías que están utilizando para las clases virtuales. Frente a las carencias o dificultades, es conveniente notificar a la autoridad escolar, para contemplar uso de recursos educativos alternativos, para evitar la desmotivación e incumplimiento de objetivos académicos.
Este problema del desempeño escolar en los alumnos en tiempos de pandemia, es multifactorial y ponerle remedio habrá de ser con el enfoque multidimensional. Las medidas emergentes por mejorar son: en primer lugar, la implementación de medidas preventivas y correctivas de los hábitos en los hijos en casa, y por parte del sector educativo identificar áreas de oportunidad para mejorar tanto tecnológicas como didácticas para la mejoría del desempeño en los alumnos.
Sé que, para algunas familia es complicado cumplir con esta tarea, en función de la necesidad de salir de casa a trabajar, quedando los hijos solos o con adultos que no pueden cumplir con ésta función. Padres de familia que si se encuentran en casa o bien tienen una persona adulta que asuma esta tarea y pueda ejercer orden y disciplina, sería de gran ayuda. Identificar y resolver problemas en los hábitos alimentarios y del sueño nocturno, que sabemos pueden incidir en las capacidades de aprendizaje. Si se tiene la sospecha de algún problema específicos del aprendizaje escolar o bien dificultades ligadas al progreso del desarrollo, problemas emocionales específicos como ansiedad, depresión, miedos, o trastornos de los hábitos, será necesario solicitar ayuda pedagógica, evaluación psicológica ó médico psiquiátrica. Analizar si las circunstancias familiares, atraviesan una etapa especial durante la pandemia, que pueda estar afectando afectado al alumno, o si sus padres son demasiado exigentes o perfeccionistas, o lo contrario; padres negligentes y sumisos, pudieran ser factores que hagan que prevalezca un ambiente inadecuado para el estudio en línea. Hacer por lo tanto una evaluación de la situaciones personal, familiar, escolar y social que estaría impactando en el desempeño del alumno.
No solo los estudiantes son los causantes de las fallas en el desempeño escolar en tiempos de Covid-19, no se les debe culpar como los únicos responsables, tampoco ver el problema desde una dimensión, mas bien es una conjunción de factores personales desde la esfera biológica y psicológica, en la que se conjugan con los factores familiares, de salud pública, culturales, políticos y sociales. El trabajo conjunto es un elemento clave para afrontar una realidad tan preocupante hoy en día. La situación actual de la niñez y juventud en nuestro país, nos permite reflexionar y considerar que el tema no es problema de alumnos flojos o desidiosos como antes se consideraba. Es necesaria una intervención integral para evitar lo que hoy estamos identificando como problemas del desempeño escolar, se pudieran convertir en problemas sociales
