Sobre el tema de los fideicomisos es importante resaltar la posición del gobierno Federal sobre la extinción de los 109 fidecomisos. Y el posicionamiento es el siguiente “Respecto a los fideicomisos, de lo que se trata es de acabar con la discrecionalidad y la corrupción. El dinero se entregará de manera directa a los beneficiarios, con reglas de operación publicadas en el Diario Oficial de la Federación, de manera expedita y transparente. Nadie verá afectados sus derechos”. Esto es, eliminar fideicomisos no significa necesariamente la desaparición de apoyos económicos para causas específicas.
En el país deben desaparecer los fideicomisos como instrumento presupuestal del gobierno y deben ser sustituirlos por un sistema de planeación presupuestarios con visión multianuales con metas y objetivos claros con mecanismos de transparencia y con rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos. Una posibilidad ante la desaparición de los fidecomisos es la asignación mediante partidas presupuestales de los recursos para las instituciones. Es lo más lógico porque los presupuestos de todo el gobierno se maneja por partidas presupuestarias y con ello darle mayor transparencia y rendición de cuentas a los recursos públicos.
Vamos por partes
El fideicomiso es una figura legal usada para diversos fines, como el pago en la inversión y reinversión de recursos; realizar pagos con cargo a dicho fondo; en la administración de fondos a favor de trabajadores o empleados. Un fideicomiso es un tipo de contrato por el cual una persona o entidad destina ciertos bienes para un fin determinado. Sin embargo, los fideicomisos se convirtieron en una figura legal cada vez más utilizada por el gobierno, con el fin de manejar dichos recursos de manera autónoma.
Es importante señalar y recordar un fideicomiso, que le costó y le sigue costando recursos a la sociedad mexicana, es el FOBAPROA. La estimación que se tenía inicialmente para el rescate bancario era de 110 mil millones de pesos, sin embargo, a la fecha la deuda ya alcanzó los dos billones de pesos, además de que cada año se destinan de 30 a 50 mil millones de pesos.
En México, a pesar de las múltiples irregularidades que han presentado los fideicomisos, estas figuras pueden y son útiles siempre y cuando existen fondos que no dependen exclusivamente de dinero público, y en los cuales participen además recursos provenientes de la iniciativa privada para fines concretos.
Recursos asignados
En el 2019 se tenían registrados 835 mil 033 millones de pesos en los fideicomisos, sin embargo. a pesar de ser una fuerte cantidad de recursos financieros que representaban casi el 14 de todo el presupuesto federal y 3.3% del PIB, se desconocía el cómo y dónde se gastaba el recurso. Un manjar.
En 2017, los fidecomisos gastaron un poco más de 268 mil millones de pesos sin rendir cuentas. La vieja estrategia era el de programar los recursos y al final del período se sobregiraban. En ese año el sobre ejercicio fue de 600% un incremento exponencial. El destino de esos recursos era para formar otros fidecomisos públicos y fidecomisos construidos por los estado o iniciativa privada. En la gráfica se puede apreciar que cada año se destinaba recursos y se gasta mucho más de lo programado. La extinción de 109 fideicomisos públicos contaba en la actualidad con un saldo total de 68 mil millones de pesos.
Boquete financiero
En el período de 2006 a 2018 se identificaron en los fideicomisos observaciones por subsanar que superan los 32 mil millones de pesos, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación.
Estas observaciones corresponden a recursos destinados a afrontar los daños ocasionados por emergencias o desastres naturales como huracanes y los sismos de 2017 que afectaron el sur y centro del país, por un monto de 21mil millones de pesos.
La Auditoría Superior de la Federación también realizó observaciones al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), el Fondo para el Deporte de Alto Rendimiento (Fodepar) y diferentes fideicomisos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) por un monto cercano a los 11 mil millones de pesos. Además, de acuerdo con los argumentos presentados por los diputados de Morena en San Lázaro, no existe información disponible sobre los rendimientos, uso o destino de 9 mil 646 millones de pesos que realizó el Conacyt mediante operaciones bancarias. Uno de los casos más representativos del abuso y de la corrupción en la asignación de los recursos de los fidecomisos es el Dueño de restaurantes exclusivos y caros que fue beneficiado por 15 fideicomisos de Conacyt bajo la clase de actividad «Otros servicios profesionales, científicos y técnicos», para elaborar salsa para pizza.
El documento emitido por la Auditoría señala que durante la administración de Peña Nieto se cuenta con algunos ejemplos de observaciones al dinero depositado en fideicomisos como la construcción del proyecto Playa Espíritu, en Sinaloa, en el cual el Fonatur invirtió mil 400 millones de pesos y hasta la fecha no se ha podido vender ni un solo lote.
Desafortunadamente muchos de estos fideicomisos se usaron también como un mecanismo de privatización de dinero público, con el fin de facilitar el saqueo. Cada fideicomiso tiene particularidades, como el secreto bancario, que obstaculizan la rendición de cuentas. Además, el 93% de los fideicomisos no contaba con mecanismos de controles de vigilancia y rendición de cuentas.
Por ello ante los niveles de corrupción y los problemas financieros que históricamente ha vivido México, era de urgencia nacional la desaparición de los fidecomisos para ser sustituido por otro mecanismo de asignación de recursos públicos.
Al respecto, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que en 10 días exhibirá a las personas que se beneficiaron de los fideicomisos que está desapareciendo su gobierno y aseguró que, de configurarse un delito, se presentarán las denuncias correspondientes.
Así de claro el posicionamiento del gobierno federal ante el atraco de los fideicomisos.