Las imágenes de un congreso atrincherado, con una cortina metálica impidiéndole el paso a los colectivos de mujeres feministas que protestaban en el Congreso Local son completamente reprobables.
Los diputados debieron abrir un canal de comunicación antes con las activistas para evitar toda esa violencia simbólica, que termino llegando a la física y a la agresión de una activista por parte del personal de seguridad.
A casi todos los diputados se les olvidó que el recinto legislativo esta para debatir ideas y que ellos deben escuchar a la ciudadanía, y que no están en esos cargos para imponer leyes que vengan del ejecutivo estatal nada más porque sí.
El ejecutivo estatal, aunque esta encabezado por una mujer, también dejó ver su machismo al proponer una mal llamada Ley Olimpia que desde un principio no contaba con la esencia por la que han luchado las mujeres, en especial Olimpia Corral Melo, la activista por quien la iniciativa lleva su nombre.
Sin parecerse en nada a la Ley Olimpia aprobada en las 22 entidades federativas, el dictamen de Sonora, malamente llamado Ley Olimpia, es una burla a la lucha de las mujeres de todo el país que buscan acabar con la violencia digital y la vulnerabilidad a su intimidad sexual a la que constantemente están expuestas.
Haber simulado escuchar a las activistas con una reunión unas horas antes de la sesión del Congreso, solo deja ver que la gobernadora Claudia Pavlovich esta muy alejada de la perspectiva de género.
Pudo haber usado el veto para abrir una mesa de diálogo y ajustar la propuesta, pero no lo hizo.
Ahora que se pasa a la Ley Olimpia a una segunda lectura es imperante que el Congreso les abra las puertas a los colectivos feministas, que las escuche de verdad y que rectifique. En la ley que se apruebe debe decir con precisión que el bien jurídico a tutelar es la intimidad sexual, para realmente proteger a las mujeres y a todas las personas, incluyendo a los hombres, de la violencia digital a la intimidad sexual, que es el espíritu de la Ley Olimpia.
Las diputadas que en estos momentos se encuentran en los espacios donde se toman las decisiones, tienen que demostrar su sororidad con aquella que el pasado viernes fueron violentadas afuera del Congreso estatal. La diputada María Dolores Del Río en verdad escuchó y habló por las mujeres que luchan para erradicar la violencia sexual digital en la pasada sesión extraordinaria y por eso se pasó a una segunda lectura. Ahora se necesita que todas las diputadas hagan un frente común independientemente del partido político que representen para hacer que la Ley Olimpia en Sonora realmente cumpla su función y no se termine convirtiendo en una especie de Ley Mordaza.
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