Columna Contra las cuerdas
Es insólito escuchar a un científico, al que presumen como eminencia, repetir una y otra vez un error de física elemental: una pelota que no desciende no puede rebotar sino choca en el suelo. El ejemplo sirva de gráfica para ilustrar y poner en perspectiva el juego maquiavélico de Hugo López Gatell, quien todos los días repite, desde hace una semana, que si no se toman precauciones en el regreso habrá un rebote.
No es así. En realidad no deja dudas de que se trata de un discurso que busca evadir responsabilidades para delegar 100 por ciento la responsabilidad en la población y los estados. No puede haber un rebrote cuando la curva de contagios y defunciones se mantiene en el pico. Siguen los muertos y las personas positivas en el mismo promedio del pico. La ocupación de los hospitales en la Ciudad de México, epicentro de la pandemia de COVID-19, llegó a 80 por ciento. Ve por qué no puede haber rebrote de algo que no ha descendido.
El discurso de López Obrador y de López Gatell parece anticipar lo que está por venir. El fin de la Sana Distancia y el inicio de la Nueva Normalidad son una extraña transición que parece que empeorará las cosas y coincide con estimaciones de la UNAM, las cuales ponen fecha precisa de que viviremos lo peor de la epidemia después del 27 de Junio.
Pero al gobierno de López Obrador le urgía retomar sus giras de trabajo. Coincide eso con los resultados de algunas encuestas que ubican su popularidad en el peor momento de lo que lleva en el poder. Los suyo es la calle, es donde gana adeptos. A la necesidad de recorrer el país se agrega, sin embargo, la perdida de empleos (se estiman más de 1.5 millones en lo que va del confinamiento y 12 millones suspendidos), la presión de la IP para retomar actividades y la de las personas que sobreviven al día.
El presidente pone con esa decisión en juego el escenario electoral de 2021, pero sobre todo pone en riesgo la salud de la población y de que todos los esfuerzos de estos tres meses de confinamiento se vayan al traste, como advierten especialistas de la máxima casa de estudios. Es el caso del respetado epidemiólogo Alejandro Macías.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió a México que si la transmisión del COVID-19 sigue creciendo, “es un indicativo de que no se debe abrir la actividad económica”, pues esto aceleraría la propagación del virus sobre todo en las zonas más pobres.
Pidió a los países “pensar dos veces antes de flexibilizar el distanciamiento social”, pues si abren “demasiado rápido” la emergencia de casos graves será mucho mayor que la capacidad hospitalaria incluso en naciones ricas. El mensaje lleva destinatarios, entre ellos, México. López Obrador presumía de tener mejores resultados que Bélgica, pero desafortunadamente el país desbarrancó a este fin de semana a la nación europea al tener más muertos.
“En un país como México seguro que hay muchas diferencias y eso se tiene que tomar en cuenta, no hay una fórmula mágica pero si la transmisión todavía sigue creciendo eso es un indicativo de que no se debe empezar a abrir la actividad económica de manera inmediata porque sí puede significar que la transmisión se va a acelerar todavía más”, alertó el subdirector OPS, Jarbas Barbosa.
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