Arturo Puigferrat tiene 50 años de edad y está a cargo del restaurante Santo Olivo, un lugar que mezcla la comida italiana con la sonorense, y que ha encontrado en “la cuarentena” una oportunidad de innovar para salir adelante.
“La situación actual nos agarró desprevenido pero quisimos darle una vuelta a la historia y enfocarnos en el servicio a domicilio y promociones que nos permitan poder seguir pagando a los empleados y continuar con la marca”, comentó Arturo.
Cuenta que el restaurante -que está localizado en Plaza Cantabria por el bulevar Colosio- cumplirá tres años en junio y que apenas acababan de abrir una sucursal en la colonia Centenario cuando empezó la cuarentena.
¿Cómo han podido salir adelante en medio de la contingencia?
Arturo platica que el apoyo de los proveedores ha sido fundamental, tanto de quienes les venden los productos como de quienes les rentan el local donde se ubican.
“Agradezco a la familia Tapia por ser solidarios con nosotros, ellos nos rentan en Plaza Cantabria, sin su apoyo no pudiéramos resolver la situación que estamos enfrentando”, explicó.
Con relación a los productos, Arturo detalló que todos los ingredientes con los que preparan los alimentos también provienen de establecimientos locales.
“Usamos productos de ranchos y granjas locales para hacer recetas maravillosas, apenas teníamos un año y medio con la política del servicio a domicilio”, explicó.
Grandes cambios con ayuda de la tecnología
Debido a que la sucursal de la colonia Centenario tenía pocas semanas de haber sido inaugurada no fue posible mantenerla abierta, por lo que la cerraron para enfocarse en el otro restaurante.
“Al principio las ventas cayeron también, casi un 95% y decidimos enfocar la estrategia con buenos precios y en las plataformas que se adaptan a las necesidades actuales como Uber y Rappi”, dijo el encargado.
Arturo Puigferrat asegura que gracias a las redes sociales y a la facilidad de que “toda la gente está metida ahorita en los teléfonos” es como han podido repuntar las ventas, pues así dan a conocer las promociones.
“Por ejemplo si la gente ordena y recoge hay un descuento del 30 al 40% en los platillos y el menú está en Facebook, en Instagram y a través de las otras plataformas digitales”, destacó.
Etapa de aprendizaje
Además de entender el gran alcance que tiene la tecnología en medio de esta situación extraordinaria que está viviendo el mundo, para el restaurantero el tema de la “cuarentena” ha sido una situación de aprendizaje y reflexión.
“No sólo para ver qué estamos haciendo bien o mal como negocio, sino también como amigos, como padres y como ciudadanos, es una gran oportunidad para adaptarnos a los cambios drásticos ya que nunca habíamos tenido una experiencia de esta magnitud”, dijo.
Consciente de que cuando pase la pandemia “a todos nos dejará algo bueno”, Puigferrat se enfoca en dar lo mejor de sí en Santo Olivo para que cada pizza, pasta, risotto, carnes, costillas y chamorros tengan el mejor sabor y alegren paladar y corazón.