En los días últimos de marzo, el gobierno del Estado y la Secretaría de salud implementaron estrategias para hacer frente al COVID-19 y evitar su propagación, entre ellas, la más importante #QuédateEnCasa, con la cual se busca reducir el número de personas en las calles.
Los ciudadanos que acataron la medida han permanecido en casa la mayor parte del tiempo, saliendo solo a cubrir necesidades básicas.
Sin embargo, esta medida de confinamiento está facilitando que los integrantes de una familia se den cuenta de algunas situaciones que prevalecen en su núcleo familiar, y que antes, por las actividades laborales o educativas, no se habían percatado.
El psicólogo Luis Fernando Carbajal Dávila, miembro de la red mundial de suicidiólogos, y del colegio de profesionales de la psicología A.C. asegura que cada integrante juega un papel, un personaje específico dentro de la dinámica familiar.
El especialista explicó que al momento de estar confinados, en una cercanía necesaria, y hasta en una convivencia forzada, se presenten situaciones, y el primer punto que consideró más importante, es comprender, es decir, la llamada baja tolerancia a la frustración.
“Y generalmente hoy en día, las personas tenemos baja tolerancia a la frustración, está poca capacidad que yo tengo para afrontar situaciones demandantes, que requieren un tiempo para ser procesadas y ejecutadas, entonces quiero la inmediatez de las cosas, cuando no pueden ser así, entonces, ante esta situación de no poder obtenerlo, genera un estrés, y eso puede llevar a algún tipo de manifestación como la violencia”, comentó Carbajal Dávila
El especialista en salud menta, añadió que la restricción en la venta de bebidas alcohólicas y su consumo aportan considerablemente ante esta problemática en las personas que acostumbran consumirlo, pero no solo eso, también el consumo de otras sustancias ilegales y el fenómeno de la ludopatia , al no poder llenar esos espacios, genera unos niveles más altos de frustración.
Esto, se traduce en brotes de violencia hacia los más vulnerables como lo son las mujeres, niñas y niños y adultos mayores.
“Por eso es importante tener en cuenta que cuando estamos viviendo este tipo de situaciones, debemos de pedir ayuda, cuando estamos en una situación que amenaza nuestra integridad, primero, a nivel de vida y psicológica, tenemos que pedir ayuda”, alertó el especialista
Luis Fernando Carbajal, hizo un llamado a quienes atraviesan por esta situación, el pide que se acerquen a las autoridades a través del 9-1-1, denunciando, hay mecanismos que permiten resguardar a las familias en un lugar seguro mientras se resuelve el conflicto familiar.
Reveló que este confinamiento también es una buena oportunidad para trabajar en lo que nos frustra, en lo que nos distancia de nuestra familia, es una oportunidad para estrechar lazos y ser mejores personas.
Por último, advirtió que las familias que tienen un integrante adicto al alcohol o a alguna sustancia, en la medida que se les limite el acceso a ellas, se irá incrementando el potencial de que se registre algún caso de violencia intrafamiliar.