Una adecuada respuesta de nuestro sistema inmune ayuda a proteger y a combatir enfermedades en general, entre ellas las respiratorias causadas por bacterias o virus así lo señalan investigadoras del grupo de Inmunonutrición de la Coordinación de Nutrición del CIAD.
Maricela Montalvo Corral y Silvia Yolanda Moya Camarena mencionaron que algunos factores modificables que afectan a la respuesta del sistema inmune son la alimentación, actividad física, exposición a contaminantes, estrés y horas insuficientes de sueño.
La nutrición juega un papel muy importante en la inmunidad y la salud. Las deficiencias nutricionales ocasionan sistemas inmunes débiles y, por consecuencia, aumentan el riesgo a las enfermedades y sus complicaciones.
Un consumo diario adecuado de energía y proteínas son necesarios para una función inmune óptima.
Por otro lado, las investigadores aclararon que los excesos en algunos componentes de la dieta disminuyen la capacidad del sistema inmune para responder ante la llegada de un patógeno que ocasione enfermedad.
Ejemplos de estos componentes de la dieta son el consumo excesivo de azúcares refinadas, sal y grasas saturadas (mantecas de origen animal) que condicionan a desarrollar estados de inflamación de bajo grado como en la obesidad.
Entre los nutrimentos sobre los que se ha encontrado evidencia científica de que ayudan a mejorar la respuesta inmune están las vitaminas A, D3 (colecalciferol), C y E y minerales como el zinc, ácidos grasos omega-3 y fibra; esta última de vital importancia para mantener una microbiota adecuada.
Señalaron que existe un gran número de propiedades saludables que se atribuyen a los suplementos vitamínicos y minerales, pero muchas compañías se aprovechan de la actual y creciente preocupación por las enfermedades infecciosas respiratorias para recomendar sus productos sin fundamento científico a nivel poblacional.
“Es necesario enfatizar que ninguno de estos suplementos ha sido probado en cuanto a que prevengan la infección por el coronavirus SARS-CoV-2 o que ayuden a tener un cuadro más leve, como tampoco hay una dieta mágica que nos hará súper inmunes. Es importante no especular y tener sensatez y mesura cuando se trata de la salud de la población”.
Ningún suplemento por sí solo sustituye las propiedades benéficas que nos proporciona una dieta equilibrada que incluya frutas y verduras de temporada, huevo, granos enteros, oleaginosas y alimentos fermentados, entre otros.
Las recomendaciones de alimentación saludable son generales, pero habrá grupos con condiciones especiales que requieran dietas más específicas.
La situación actual de pandemia en el país modificará algunas de las rutinas diarias de la población al mantener el distanciamiento social y disminuir actividades al aire libre.
Además de las medidas de higiene, “se recomienda evitar el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados, bebidas y alimentos altos en azúcar, sal y grasas saturadas, aumentar el consumo de frutas y verduras, mantenerse hidratado, realizar alguna actividad física en casa con la familia, escuchar música, leer o alguna otra de su elección”.