Spotify ha sido una herramienta esencial para revitalizar la industria musical tras los años de piratería descontrolada, pero lo que todavía está en pleno proceso de acoplamiento es la forma en la que se reparten los beneficios todos los implicados en el streaming.
Así, según Bloomberg, la plataforma quiere que artistas y sellos discográficos paguen para que sus canciones obtengan una mayor y más clara promoción, argumentando que eso les ayudará a llegar a más fans y a aumentar así su popularidad de manera exponencial.
Se trata un planteamiento controvertido porque aún está abierto el debate sobre el reparto de las regalías (royalties) por derechos de autor entre Spotify, artistas y sellos. Por ahora, la plataforma ya tiene en marcha una herramienta llamada Marquee y prepara una segunda.
Lo que hace Marquee es enviar notificaciones a los oyentes cuando los artistas publican nuevas canciones o álbumes. Justin Bieber y Lil Wayne serían dos de los artistas que ya pagaron el mínimo de 5 mil dólares para usar esta herramienta de promoción que les da más visibilidad que al resto.
Si se desarrolla esta posibilidad, cambiaría sustancialmente el ecosistema de la plataforma, pues hasta ahora no se cobra a sellos y artistas por publicar su música. Además, las recomendaciones para los usuarios ya no serían en función de sus gustos, sino basándose en quienes hayan pagado más para tener más visibilidad.
Aunque cuenta con más de 120 millones de usuarios de pago y generó 6.100 millones de dólares en beneficios el pasado año, Spotify tuvo unos ingresos de 678 millones de dólares porque la mayor parte de lo que obtiene va de vuelta a la industria musical en forma de royalties, según apunta Bloomberg.
Por eso, la compañía ha identificado dos prioridades para impulsar la publicidad: los podcasts y el mercado bilateral. Ambas son apuestas a largo plazo, pero la última podría pagar dividendos más inmediatos vendiendo productos publicitarios y otras herramientas a compañías de música y artistas.
Se trata, en definitiva, de pagar por la promoción -como ha ocurrido toda la vida en emisoras comerciales de una manera u otra-, algo que puede ir en favor de las multinacionales y los grandes artistas y arrinconar a los más pequeños. “La gente no está muy feliz”, ha dicho un portavoz de sellos independientes a Bloomberg, añadiendo: “Algunos creen que se pretende promocionar música que va a llegar siempre a la gente”.
Para garantizar que el nuevo plan mejore la rentabilidad de Spotify, la compañía necesita el apoyo de la industria de la música. Según los acuerdos de regalías actuales, las compañías discográficas obtienen una parte de todos los ingresos de Spotify.
Eso significa que, en teoría, los sellos podrían recuperar parte del dinero publicitario que paguen a la empresa. Pero según fuentes citadas por Bloomberg, ambas partes están de acuerdo en que no tiene sentido, por lo que la plataforma querría crear un nuevo grupo de ingresos que las principales compañías discográficas no puedan compartir.